Llevo ya algún tiempo interesándome en las distintas investigaciones biomecánicas (tipos de pisada, eficiencia de carrera, consumo de oxígeno…) que estén relacionadas de una manera o de otra con el mundo del running, y en especial con el movimiento barefoot running/minimalista. Hace poco cayó en mis manos un estudio que ha sido publicado días atrás, y puesto que me pareció de los más sorprendentes e interesantes que se han publicado en los últimos meses, quiero compartirlo con ustedes.

Antes que nada, lo primero que hay que comentar, y sin querer desvelar nada de la conclusión final del estudio, es que los resultados se mueven en una dirección completamente distinta de las investigaciones anteriores sobre el barefoot running/minimalismo, llegando incluso a poner en duda algunas de ellas. Pero como creo en el rigor y en la honestidad, es lógico que me haga eco de cualquier noticia seria que no sirva para apuntalar la buena salud del barefoot running/minimalismo, sino quizás, todo lo contrario.

 Entremos en materia:

Es evidente que en los últimos años, todos los científicos que se han interesado por el barefoot running/minimalismo y que han realizado estudios al respecto, han llegado más o menos a las mismas conclusiones: correr descalzo o con menos amortiguación es infinitamente más ventajoso en términos biomecánicos, e incluso médicos, que hacerlo de la manera “tradicional”, entendiéndose ésta como la realizada en las últimas cuatro décadas… Desde los primeros estudios de la Universidad de Harvard realizados por Daniel Liebermanhasta los últimos realizados por científicos australianos, irlandeseso franceses, han ido todos apuntando en la misma línea y demostrando los beneficios del barefoot running/minimalismo, de aterrizar de antepié y de evitar hacerlo con el retropié.

barefoot running

El estudio que hoy nos trae aquí fue realizado por el biólogo, antropólogo y anatomista Kevin Hatala, y en él realizó unas pruebas con un poblado keniata de la tribu (grupo étnico) de los Daasanach, gente que crece y desarrolla su vida sin calzado. En dichas pruebas, Hatala seleccionó a 38 voluntarios (de los cuales la mitad eran mujeres) y los hizo correr por una pista que tenía colocada una almohadilla sensible a la presión plantar; los ritmos fueron elegidos libremente por cada individuo, aunque lo hicieron tanto a velocidad de “resistencia” como a la de “sprint”.

Los sorprendentes resultados confirmaron que a ritmo de “resistencia” (3,3 m/seg, que equivale a unos 6:15 min/km aproximadamente), el 72% de los individuos aterrizaron con el retropié, y el 28% restante lo hizo con el antepié o el mediopié. Una vez que los ritmos se fueron elevando (6-7 m/seg, unos 3 min/km aproximadamente), el porcentaje de impacto con el retropié desminuyó hasta el 40% y el otro 60% fue de antepié y mediopié. Hay que puntualizar aquí que en el experimento no hubo registros individuales, imposibilitando así saber si el 28% que aterrizó con el antepié en la prueba a velocidad de resistencia, lo hizo siempre así en todos los muestreos o hubo variaciones.

Ante estas conclusiones, las comparaciones con el mítico estudio de D. Lieberman publicado en 2009 eran inevitables, pero merece la pena aclarar algunas diferencias entre ambos.

Los componentes de la tribu de los Daasanach no son conocidos por ser corredores habituales, a diferencia de los famosos Kalenjin, sujetos estudiados por D. Lieberman. Otro aspecto interesante es que en el estudio de Hatala, los sujetos no realizaron calentamiento previo y sólo recorrieron una distancia aproximada de 15 metros, procurando aterrizar con atino en la almohadilla en cuestión, lo que sin duda provocó una alteración de la biomecánica natural. Y por último (aunque hay más disparidades notables), la superficie no fue la misma en ambos estudios.

Salvando estas diferencias, los resultados de este nuevo estudio son algo desconcertantes, aunque si los reducimos a que andando rápido (considerando que andar es ir a más de 6 min/km) los sujetos apoyaron el talón, mientras que corriendo (si consideramos que ir a 3 min/km no es “volar”) la mayoría impactó con la parte delantera del pié, todo es perfectamente comprensible, pero mi perspectiva me imposibilita tener una visión tan básica, aún siendo evidente que basta con descalzarse y correr unos metros para comprobar cómo nuestro cuerpo cambia la pisada de manera totalmente natural…

En fin, si corres impactando con el calcañar, estás de enhorabuena ya que hasta en Kenia lo hacen, y si no, habrá que esperar a los resultados que obtengan Kevin Hatala y Daniel Lieberman a partir de ahora, ya que se han puesto de acuerdo para estudiar en equipo las diferencias de ambos experimentos.

 Estaremos atentos.

Salud!

Referencias:

http://www.plosone.org/article/info%3Adoi%2F10.1371%2Fjournal.pone.0052548

http://www.runnersworld.com/barefoot-running-minimalism/new-study-reaches-different-conclusion-kenyan-foot-strikes

http://blogs.scientificamerican.com/observations/2013/01/09/some-barefoot-runners-tip-orthodoxy-back-on-heels/

http://www.runnersworld.com/barefoot-running-minimalism/interview-author-new-barefoot-kenyan-running-study

http://www.runblogger.com/2013/01/barefoot-heel-strikers-rejoice-new.html

5 Comentarios

  1. A todos los análisis que se hacen pidiendo pisar en una zona a la que te acercas en carrera les encuentro un error de principio; modifican la zancada con bastante probabilidad. Y es probable que el corredor tienda a adelantar el apoyo (para tener una referencia visual) y por lo tanto, será más probable que caiga de talón. (Anda, que si he dao con la clave, tendría guasa)

    • Si, tienes razón. El sistema de pisar en una zona en concreto condiciona mucho y supongo que la posibilidad de que se alteren los resultados «reales» del estudio se agranda con este método.

      Salud!

    • No entiendo… ¿Por qué dices eso?.

      Dando por hecho que no eres keniata ni que desarrollas tu vida descalzo -cosas que presupongo-, por mucho parque que haya debajo de tu casa, jamás podrás obtener resultados fiables si careces de estos dos parámetros principales, ya que justamente son éstos los condicionantes del estudio, ¿no crees?.

      Salud!

      • por que digo eso? pues porque yo también puedo coger a un grupo de niños pequeños y vemos como pisan al correr, y te aseguro que pisan con el antepie. Incluso te puedo decir que mi madre y mi tia (60 y 50 años) que nunca han usado calzado amortiguado, cuando les he visto correr en el pueblo porque llovía por ejemplo, no pisan de talón!

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