Una vez que se empieza a correr descalzo o minimalista, y se descubre que es posible correr reduciendo el riego de lesiones y dolor (salvo agujetas y las molestias del proceso de adaptación), se quiere llevar esta practica a todos los terrenos posibles y empieza la búsqueda de un poco de protección para nuestros pies.

Aunque parece que el mercado se empieza a despertar, debido a la escasa oferta actual de zapatillas minimalistas, una de las alternativas que disponemos pasa por adaptar o “tunear” zapatillas que tengamos y darles una segunda oportunidad.

transformar zapatilla a minimalista 0
transformar zapatilla a minimalista

En este caso, partimos de unas zapatillas Under Armour modelo Mirage. Son unas zapatillas pensadas para baja montaña o monte y/o caminos no demasiado técnicos, que se defienden bien en tramos de asfalto. Como se aprecia en la imagen superior no son nada minimalistas, pero se le aprecian un futuro prometedor (sobre todo después de pasar por el quirófano).

Cabe destacar que disponen de una horma bastante ancha, con mucha libertad para los dedos de los pies, FootSleeve®, lengüeta antideslizante, puntera reforzada, interior muy bien acabado y sin costuras visibles que puedan provocar rozaduras y son muy trasnpirables.

Así pues, armado con un cuchillo “jamonero” y un afilador, empezamos por eliminar la mayor parte del talón, tomando como guia o referencia la capa de 6mm de Cartilage® que llevan. También podríamos haberlo eliminado, pero nos encontramos con una cuña de plástico rígido, integrada en el cuerpo de la zapatilla,  difícil de eliminar.

No es un proceso con muchas complicaciones, pero si que hay que ir con un poco de cuidado y tomar algunas precauciones, puesto que la suela esta formada por una parte de espuma de alta densidad y una parte exterior de caucho, con pequeños tacos, bastante dura.

A la hora de ir practicando cortes pequeños no presenta dificultad, pero si se realizan cortes más largos (tanto en largo como ancho) el cuchillo se nos puede quedar clavado. Es muy recomendable, cada tres o cuatro cortes, ir afilando el cuchillo para facilitar el proceso.

Tras un buen rebaje, se empieza a apreciar por donde ira el resto de la operación.

El siguiente paso, es ir eliminado el escalón que se produce bajo el arco e ir rebajando el resto de la suela. Es un proceso de prueba y error, donde tenemos que ir calzándonos las zapatillas  e ir viendo que nos transmiten los pies, desniveles, bultos, desigualdades, etc…. En este caso se ha eliminado toda la suela exterior de caucho mas duro, dejando al descubierto la entresuela de espuma de alta densidad.

No se produce una rebaja significativa de peso, pasamos de unas zapatillas de 357 grs a unas de 285 grs, pero se gana mucha flexibilidad.

Aún queda bastante grosor de suela (8-10 mm), ésta transmite bastante bien las sensaciones del terreno, siendo muy cómodas de llevar, pero sin hacernos bajar la guardia respecto a pequeñas piedras (+/- 1 cm) y otras irregularidades del terreno.

Conclusión:

Inicialmente no son unas zapatillas minimalistas, y después de pasar por el quirófano mejoran, pero no como para hacerlas entrar por la puerta grande de esta categoría. No obstante les hemos dado una segunda vida, consiguiendo mayor ligereza, flexibilidad y una buena sensación del terreno.

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