Córdoba y los cordobeses están ligados a mi vida por los cinco costados. En ella hice la mili, pero no la de órdenes y bayoneta, sino la que marca el devenir de tu vida, donde estableces el rumbo a seguir. Hay tribus donde para hacerse hombre hay que abandonar el hogar y enfrentarse sólo a la naturaleza. En nuestra civilizada sociedad también nos enfrentamos al cambio de niño a hombre, pero en la jungla de la ciudad. Y así, con 18 años y montado en un autobús, empecé a andar el camino de la responsabilidad. Aún recuerdo, y quizás nunca lo olvide, el rictus de mis padres en aquel primer viaje, si las lágrimas no asomaron en sus rostros si asomaron en sus corazones. Mi madre me contó una vez, que en aquel momento pensó que nunca más me iba a volver a ver. Ahora soy yo el de las lágrimas y los miedos cuando me alejo de Fernando por unos días.
Montilla es una tierra buena, no puede ser de otra forma, y grandes amigos y personas la hacen más buena aún. Llamémosle destino, porque por A o por B, mi unión con su gente es constante. De la carrera universitaria guardo a un amigo de verdad, tocayo de nombre y con la calidez de su apellido, Albornoz, desde el primer día hasta el último permanecimos unidos luchando codo por codo por el mismo fin. Después de tomar caminos distintos, la vida nos volvió a unir, esta vez en Madrid, donde a pesar de la magnitud de la ciudad y trabajar en empresas diferentes, compartimos muchas cenas y viajes domingueros. Antes en el tiempo volví a coincidir con otro montillano, después de la carrera tocó el doctorado y de esos años guardo grandes amigos cordobeses y a José Ruiz.
Y ahora, cuando ya parecía que mi idílico encuentro con la tierra cordobesa llegaba a su fin, no son los estudios, sino la filosofía de vida la que me acerca a su gente. Primero con Fran Serrano, !qué suerte la mía el haberte conocido! con el que comparto la evolución de la vida: minimalismo y nutrición, y después con Pepe Roldán y Miguel Feria, los creadores de ese sueño llamado solidaridad.
Montilla es una tierra buena, y no sólo por sus caldos, sino por su gente, no puede ser de otra forma.

#600descalzos #600solidarios

El sábado empezó de la mejor manera, compartiendo viaje con Rubén -el ritmo cuatrolatas del C4 y su navegador (jejeje) nos permitió hablar y hablar-, y desayunando a lo grande junto a Titín, que nos guardaba una sorpresa, un aceite de acebuche de cosecha propia. Y terminó con el reto solidario de luchar contra el cáncer y contra lo preestablecido. Una tarde fría de Febrero no era el escenario idóneo, pero a calor no hay quién pueda con esta gente y convirtieron el frío y los prejuicios del descalcismo en una fiesta entre amigos. El reto está echado y no vamos a parar hasta conseguirlo #600descalzos #600solidarios.

600descalzos y Batalla de Munda

Entre medio tuvimos unas charlas sobre las bases del minimalismo, movimiento natural y nutrición evolutiva, y el stand de ZaMi y de Lunas donde poder tocar, probar y compartir opiniones sobre zapatillas minimalistas. Muchos tuiteros y forefos populares había por allí.
600descalzos y Batalla de Munda

Batalla de Munda

El domingo fue otro cantar, después de la jornada agotadora del sábado tocaba disfrutar corriendo por los campos de Montilla. Batalla de Munda la llaman, pero la única guerra que ví fue la que cada cual quiso consigo mismo. La mañana fría y soleada era ideal para la práctica del running. El día anterior había llovido, por lo que se esperaba zonas con barro, por eso en un primer momento me puse las Breatho Vivobarefoot, con sus nuevos tacos. Pero minutos antes de que dieran la salida decidí cambiar de zapatillas por las Merrell Vapor Glove, con mucho menos agarre sobre barro (por no decir ninguno), pero mucho más ligeras y con un excelente feedback, y de eso, de sentir, necesitaba por todos los costados. Salí de los primeros junto a Fran, pero aún así Rafa nos sacó un buena ventaja en pocos metros. Sobre el kilómetro 4 bajamos un poco el ritmo y se nos unió el amigo Juan Zapata, que está saliendo de una lesión y cuidaba su ritmo, y algunos corredores, entre ellos minimalistas, nos adelantaron con facilidad. Quedaba mucha carrera por delante y el ritmo era superior al establecido, no debía superar las 165 pulsaciones. Juan se quedó un poco retrasado, pero nosotros avanzábamos a buen ritmo y con facilidad de zancada. Pasaban los kilómetros rápidamente, pero lo duro todavía no había llegado. Sobre el kilómetro 8 había una buena rampa, pero Fran se puso a tirar y la subimos con facilidad. Ya cerca de la meta volante adelantamos a Santi Ruiz, que se nos une, pero a los pocos metros hago un cambio de ritmo y me quedó sólo adelantando a corredores. Sigo con el mismo ritmo durante algunos kilómetros y veo a Rafi por delante, al que le resto metros en cada zancada. Al poco lo adelanto, le pregunto como va y ante el “fatal” lo dejo atrás preguntándome qué le pasará. Después me contó que había tenido una semana de dudas y que desde el principio los gemelos los tenía cargados. Entrenó el lunes unas FiveFingers Bikila, y con el mismo ímpetu de muchos minimalistas en sus inicios, corrió 10 km a 4’15”/km dejándose llevar por las sensaciones y pagando similar precio que muchos de ellos. Al intentar repetir salida el jueves siguiente nota que las piernas no van, se ve como descoordinado, sin habilidad, sin destreza. No sólo de músculos viven las piernas y el nuevo patrón motor requiere práctica constante y tiempo para que el movimiento se fije a hierro en sus neuronas.
Después de unos kilómetros avanzando a buen ritmo, me coloco detrás de un chaval al que me es difícil cortarle metros y ahí aguanto durante el resto de la carrera. La gran subida cerca del final se me hace muy dura, me cuesta trabajo hacer metros y la cabeza empieza a dudar de las fuerzas de las piernas. Resisto y me trabajo cada paso que doy. Una vez superada, y aunque quedaba unos 3 kilómetros, me digo que la carrera está terminada, ya sólo queda mantener el ritmo y subir la rampa hacia la meta.

Las claves del éxito de un entrenador está tanto en sus conocimientos sobre planificación, ejercicios, cargas, etc., como en conocer la personalidad o psicología del deportista que entrena, en su empatía. Y aquí mi amigo Titín (@Titinframe) sabe leer entre líneas. Por eso dío riendo suelta a mi “entrenamiento” y puso el umbral un poco más alto, sabedor de que para correr con alegría tiene que funcionar tanto las piernas como la cabeza. Mister! vamos por buen camino, el reto de la sub3h en la Maratón de Sevilla está a la vuelta de la esquina.

Las tres primeras de la categoría minimalista femenina fueron:

1. Pilar Raro, Vibram Fivefingers Spyridon LS
2. María José Aguilar, Merrell Pace Glove
3. Gema Rey, Merrell Dash Glove 2

Para la masculina de la categoría minimalista fueron:

1. Karim El Hayani, descalzo
2. Francisco Mendonza, Vibram Fivefingers Spyridon LS
3. Angel Abella, Huaraches Pies Sucios

Salida Batalla de Munda 2014

Descalzos en Batalla de munda 2014

 

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