A diferencia del maratón anterior, este año dí un paso más hacia el minimalismo más puro. Me alejé de viejos prejuicios y me atreví a correr con las Vibram FiveFingers Bikila. Mis primeras FiveFingers fueron el modelo Classic, unos auténticos pies de monos que aunque no estaban indicadas para correr, me ayudaron a introducirme de lleno en la búsqueda de las máximas sensaciones y de la pérdida propiocepción.
Al poco derivé a las Vibram FiveFingers Bikila y con ellas llegó el máximo disfrute. Me permitía correr por todos los terrenos y sentía las zapatillas más pegada al pie. Su ajuste me daba más garantías.
Estaba libre de lesiones, había superado las molestias y algún que otro error. Aunque todavía no había alcanzado mi técnica ideal. Aún así, corría mucho mejor que hacía un año, con menos esfuerzo, con menos gasto energético. Era más eficaz, pero también más eficiente. En las distintas carreras que participé previa a la maratón, siempre rozaba mis marcas personales, pero con mucho menos entrenamiento y dedicación. En el día a día utilizaba el calzado más minimalista que el mercado ofrecía y cada vez que podía me descalzaba.

Maraton Sevilla Vibram FiveFingers Bikila

Para preparar la maratón, empecé casi tres meses antes con una buena rutina de entrenamientos, pero faltando mes y medio, casi los abandoné, y sólo salía a correr de forma esporádica cuando me lo permitía las condiciones laborales y familiares: una o dos veces a la semana, cuando no ninguna. Estaba sumido en muchos compromisos laborales, la familia había crecido y estaba en un estado de estrés constante. Era la primera vez que me enfrentaba a una situación parecida y no estaba preparado para asimilarla. Como la pescadilla que se muerde la cola, estas situaciones suelen acarrear un deterioro de la calidad de la alimentación y del sueño. En mi caso no fue diferente. Dormía 5-6 horas, cuando no menos y al estrés mental le uní el estrés físico. Cada día me sentía con menos fuerzas y poco a poco me fui apagando, me fui quedando sin energía. En este panorama correr se convirtió en una obligación. No disfrutaba ni con los entrenamientos, ni con las carreras.
Pero llegó el día de la maratón. La noche previa no estaba seguro de poder-querer participar. Seguía sin fuerzas y mi cabeza, descentrada y sin motivación, se alejaba de todo sufrimiento.
Pero allí estaba, en la línea de salida intentando no sabía el qué. Empecé a correr con una postura muy conservadora, de menos a más. A medida que pasaban los minutos me iba sintiendo mejor, sólo pensaba en correr. Los kilómetros en soledad fueron un bálsamo para un espíritu que luchaba por encontrarse.

Maraton Sevilla con calzado minimalista Vibram FiveFingers Bikila

A partir del kilómetro 30 me ví con fuerzas y aumente el ritmo. Me parecía increíble, estaba disfrutando con cada paso de mis Vibram Fivefingers Bikila y además, me sentía rápido. Pero la contaminación alimenticia de los últimos meses no tardó en llegar, en este caso en forma de calambres. El estrés físico me había dejado sin apenas magnesio, aunque en aquel momento no lo sabía, pensaba que era fruto de un entrenamiento inadecuado. Por lo que tuve que bajar el ritmo. Cada vez que intentaba subirlo, sufría de rampas en los gemelos. Me quedé con las ganas, aún así, en la segunda media maratón fui 4 minutos más rápida, siendo el tiempo total de 3h9min.

El resultado final fue que disfruté como nunca de la prueba reina. Corrí con las zapatillas más minimalistas del momento, las Vibram FiveFingers Bikila y si encontré el muro, lo salté sin darme cuenta y cuando terminé, todavía sentía ganas de seguir corriendo. Las sensaciones fueron únicas. El tiempo final fue de 7 minutos superior al del año anterior, pero si tengo en cuenta el rendimiento obtenido en función del entrenamiento, fue muy superior.

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