Me van a permitir que haga una breve recopilación de algunos artículos publicados hace tiempo en mi blog particular, ya que creo que vendrán muy bien como introducción al caso del que hablaremos un poco más adelante.
- Allá por el mes de septiembre del año 2011, comenté acerca la multa impuesta a la marca Reebok por exagerar los beneficios de utilizar sus zapatillas de la colección «EasyTone» y «RunTone».
- Poco después, también hablé de la multa a Skechers y a su línea de calzado deportivo «Shape-Ups», por argumentar que usando sus pseudo-zapatillas se perdía peso (entre otros beneficios) sin hacer ejercicio.
- Casi por esas mismas fechas me hice eco de la denuncia interpuesta por un consumidor americano contra Adidas, reclamando la línea Adipure Trainer no producía los efectos que ofrecían en la publicidad.
- Y casi a la par, surgía otra denuncia hecha por una señora residente en Florida, esta vez contra la empresa Vibram y su línea de calzado Fivefingers, reclamando más o menos lo mismo que los casos anteriores.
Si han tenido a bien leer estos enlaces, podrán comprobar que hacen referencia a denuncias y multas impuestas a fabricantes y publicistas de artículos deportivos, y que además, estos casos tienen un denominador común muy especial: todos tuvieron lugar en los Estados Unidos de América, país que tiene un sistema judicial tan rematadamente absurdo que son capaces de, por ejemplo, dar la razón a una cliente que demandó a una compañía de comida rápida por servir el café demasiado caliente (para más casos hilarantes: http://www.stellaawards.com/).
Todo esto viene a colación porque hace unos días ha salido la sentencia del caso referido a la marca Vibram (el último de los ejemplos de arriba), en el que la marca ha sido condenada a devolver dinero a los consumidores por no demostrar que lo que anunciaban en su publicidad era cierto.
Si han leído el artículo de antes, habrán comprobado que desde el primer momento mi postura fue la de defender a la denunciante; no obstante, reproduzco aquí uno de los párrafos de aquel artículo porque viene “al pelo”:
“Según esta señora (y repito, con toda la razón), la publicidad dice que las zapatillas VFF favorecen una higiene postural y mejoran la fuerza en articulaciones y músculos de las piernas; lo que ella no sabía es que había que hacer una transición adecuada, andarse con mucho ojo, «re-aprender» a correr, etc., etc. Supongo que pensó que con ponérselas un par de días ya iba a notar la mejoría”.
“En todo caso, me parece perfecta la denuncia porque contado de esta manera, la señora tiene toda la razón del mundo, aunque el jurado de turno tendrá la última palabra. Está claro que no se puede demostrar que las zapatillas VFF mejoren la postura ni aporten más fuerza a los músculos y articulaciones; es el buen uso de las mismas, acompañado inevitablemente por una mejora técnica en el acto del correr lo que podría favorecer estas mejoras; pero el simple uso no, de ninguna manera. La desinformación y la ignorancia generalizada han hecho que incluso se hable de una oleada de lesiones entre los usuarios de las VFF».
Hasta aquí todos de acuerdo, supongo: cualquier publicidad engañosa debe ser eliminada de raíz, aunque en este caso, más que publicidad engañosa, fue publicidad mal interpretada, pero bueno, eso es responsabilidad de los directores de marketing y los publicistas de la marca. Ahora, lo que me sigue pareciendo totalmente increíble es que después de más de 40 años de calzado deportivo amortiguado (y con control/corrector de pisada), y de un aumento alarmante -y preocupante- de lesiones en corredores aficionados, no haya habido ningún lumbreras que se haya atrevido a denunciar a fabricantes y publicistas. Y digo más: después de tantos años de mala praxis médica por parte de muchos podólogos, traumatólogos e incluso preparadores deportivos al omitir su responsabilidad en la adecuada formación de la técnica de carrera en los corredores amateurs, ¿cómo es que a nadie se le ha ocurrido denunciarlos a todos?…
En fin, alejémonos de la demagogia barata que sólo conduce a la ignorancia. De eso ya se encargarn aquellos a los que sólo el dinero les mueve, incluso presentando demandas judiciales tan absurdas como las americanas; aquellos que piensan que calzándose unas Fivefingers (o cualquier otro calzado minimalista) su higiene postural y su mecánica de carrera mejorará sustancialmente de un día para otro, sin entrenamiento, adaptación, transición y precaución; aquellos que jamás entenderán que sólo probando y haciendo las cosas “con cabeza” se podrá sacar conclusiones acertadas; aquellos que aprovechan esta absurda noticia para descargar sus pobres argumentos contra la comunidad de corredores minimalistas…
Y termino con las mismas palabras de hace un par de años en aquel artículo:
“No me hace falta que un juez dé validez a lo que cae por su propio peso”.
Salud!
cuando estos días leí la noticia (convenientemente publicitada) no podía dejar de ver que me estaban contando que «las zapatillas minimalistas son malas». Es decir, hacen un juicio general al calzado, cuando, como tu dices, lo que condena el juez (o jurado o lo que sea) es la información proporcionada por el fabricante en su publicidad con respecto al producto.
Ayer vi un anuncio de un producto cosmético, orientado a mujeres, que me molestó profundamente (y eso que no iba dirigido a mi) pues pareciese que untándote aquello ibas a tener el aspecto radiante de una chiquilla, te venden JUVENTUD!! en forma de crema. Lo decían así, explícitamente. Ejemplos así los tenemos en cualquier ámbito, y lo que quiero decir es que hay que exigir a quienes nos venden algo, lo que sea, es una información veraz y no crear falsas espectativas. Lo que ocurre es que estamos saturados con falsa información, o mejor dicho, estamos insensibilizados ante ella, la vemos, a veces somos conscientes del engaño, pero la seguimos viendo por todos lados como si tal cosa. Vemos un político mentir, claramente mentir, con total desfachatez, pero estamos acostumbrados a ello y lo damos por normal, como quién ve llover.
Este es un debate que va más allá de unas zapatillas o forma de correr, es un debate para hacerle una enmienda a la totalidad al tipo de sociedad en la que vivimos. No toca hacerlo aquí (por mi parte).
Hace tiempo que me jure no entrar en batallas, minimalismo si, minimalismo no, que cada uno corra como le de la gana o sea mas comodo, que cada uno escoja su opcion que es lo bueno de hoy, hay muchas.
Es muy cansino q se dispare constantemente en contra del minimalismo, solo para rellenar tuits, blogs o estados de FB…
Suma y sigue.
Gran entrada 😀
Hola. Yo hace dos años que corro con VFF debido a que con zapatillas normales corría una semana y me tiraba dos recuperandome de todo lo que me dolía. Leyendo y leyendo empece a interesarme por el minimalismo. Yo mismo, con un tutoria, me hice unas huaraches caseras para probar. Salia a correr 5 minutos ya que inconscientemente ya no pisaba igual al correr practicamente descalzo y se me cargaban mucho los gemelos. Durante dos meses fui incrementando paulatinamente la duración de la práctica (tal y como aconsejan para una buena transición). Hoy día puedo correr hasta caer rendido sin ningún tipo de dolor. Corro con VFF, ando asiduamente con VFF y cuando me pongo otro tipo de calzado parece que me pongan un lastre en los pies.
Ahora viene otra parte de mi comentario. Por más que busco no logro encontrar calzado minimalista para mi hijo que ahora tiene 19 meses. Con lo que mejor anda es con una que encontre en el decathlon que la suela es de tela con algo de silicona. Muy flexibles y con gran sensibilidad. Son de invierno y no encuentro nada parecido para el verano. He mirado las Bobux pero la verdad es que su eslogan me parece muy desacertado, pues son, para mi gusto, excesivamente rígidas y con mucha suela. Vibran, vivo, merrel, NB hacen para niños más grandes pero no para los niós que empiezan. Ni que decir tiene que como mejor anda y corre el niño es descalzo. Gracias y sobre todo que cada cual corra y ande con lo que mejor se encunetre.
Buenas!
A mi no me parece mal que esto haya ocurrido ya que hay muchas cosas que no están demostradas o se las inventan sobre los beneficios de los calzados minimalistas.
Cierto es que se necesite adaptación y un plan de entrenamiento, pero muchos estudios científicos (en este caso no hay marcas de por medio solo ciencia) demuestran que no mejoran la postura, la ténica, el gasto energético durante la carrera ni fortalece los músculos entre otras. Si se ha dado el caso que aumenta la actividad en determinados grupos musculares, y ese aumento de actividad no tiene por qué ser beneficioso ni malo.
En cuanto a las lesiones mi punto de vista es el siguiente, os recomiendo que escojais una maraton a la que podais acceder a su base de datos, y apreciareis como según han pasado los años se ha aumetado el numero de corredores de manera considerable, ya no solo maratones sino gente que corre cada día. A lo que quiero llegar, al haber más corredores habrá más número de lesionados por estadística, muchos de ellos no debido a un calzado con amortiguación o uno minimalista, sino a sobrepeso y a falta de entrenamiento.
Yo pienso que sirven ambas, amortiguación y sin amortiguación pero no todo el mundo puede llevar unas vibram y también se está viendo que a pesar de llevar un entrenamiento el calzado minimalista produce patologías que no se ven en calzado con amortiguación (edema óseo/fracturas de stress/lesiones tendón Aquiles)
Pd: alterno corriendo calzado minimalista y normal.
[…] http://www.correrdescalzos.es/multa-vibram/ […]
[…] que he dicho el minimalismo, no las zapatillas minimalistas, y si no que se lo pregunten a Vibram Five Fingers . El minimalismo como concepto a la hora de correr, se corresponde con un cambio radical en la […]