Mil y una sensaciones

El barefoot Running, correr descalzo, minimalista o con la técnica natural tiene entre muchas de sus cualidades la disminución drástica en el numero de lesiones y molestias que sufren sus practicantes. Sobre todo los experimentados, ya que en la fase inicial algunos suelen quejarse de constantes agujetas y contracturas. Síntomas de falta de adaptación muscular (el TMTS) o de una mala ejecución de la técnica de carrera.

Pero si la disminución de lesiones es ya argumento más que suficiente para cambiar y hacer la transición a una técnica de carrera menos lesiva, lo que más valoro, sobre todo ahora, alejado de pomadas y paliativos múltiples, es la sensación única, y que creía perdida, de ser feliz mientras corro.
Han pasado mas de 10 años desde aquellas primeras carreras por la sierra cordobesa y siempre he anhelado como pajarillo enjaulado, los sentimientos de libertad plena que experimentaba corriendo por entre los montes, donde la pureza del atardecer se mezclaba con mi sentir juvenil de correr sin ataduras. Era la sensación imperecedera de correr libre por correr.

Ahora, y ataviado con un trozo de goma atado a los pies, puedo volver a sentir aquellas mil y unas sensaciones que tanto me hicieron vibrar en mi juventud. Como las experimentadas el domingo 21 de octubre 2012 junto a un grupo de corredores minimalistas. Sólo éramos 4 locos entre 600, pero estoy seguro que mis compañeros sintieron lo mismo que yo.

Describir lo que allí nos aconteció no me llevará muchas palabras. Corrimos felices, libres, pero sobre todo, sintiendo cada paso y nuestro alrededor. Muchos comentarios de compañeros, algunos para nuestra grata sorpresa también corrían con zapatillas minimalistas, como el que grabó el siguiente vídeo. Desde aquí le mando un abrazo. Aquel día está en mi memoria, pero gracias a tí, también en la de mi familia.

Por último, recalcar el comentario de uno de los corredores participantes. Lo adelantamos con facilidad por el kilómetro 13 y a nuestro paso comenta -yo comiéndome la cabeza de si la zapatilla ya tiene 1000 kilómetros y que estaba sintiendo molestias, y me adelantáis con una sandalia….me cago en la hostia, ….pero vamos, que no me veo yo corriendo con eso-. Ahí queda todo dicho.