Mucho se ha hablado sobre la necesidad de realizar un correcta transición y adaptación para correr descalzo o minimalista, ya que toda paciencia y precaución es poca si queremos llegar a buen puerto. En mi opinión, cuantos más kilómetros acumulados en las piernas tiene el interesado, más tiempo tendrá que invertir en este importante capítulo. Hago esta afirmación, básicamente, por dos razones:

La primera es que la costumbre que tiene el corredor a ejercitarse con calzado deportivo tradicional jugará un papel decisivo en contra de las intenciones del sujeto. La asimilación y ejecución automática de movimientos viene condicionada por el aprendizaje mediante repetición, así que la manera de correr de los años anteriores influirá notablemente durante una buena temporada.

La segunda tiene que ver con la excesiva confianza que a buen seguro tendrá el individuo en cuestión. Como corredor experimentado que es, esta confianza le llevará a subestimar el proceso general de transición, obviando en muchos momentos los pasos básicos a realizar para completar la adaptación a esta “nueva” forma de correr; la lógica y la infinidad de testimonios personales al respecto están ahí para tomarlos en cuenta. El síndrome conocido como “Too much too soon” (demasiada cantidad -de kilómetros- demasiado pronto) es, desgraciadamente, la norma entre los que se aventuran a pasarse al minimalismo haciéndolo a la ligera y cegados por la euforia.

Al margen de estas principales causas, la no inclusión de sesiones de entrenamiento descalzo -sobre todo al comienzo de la transición- es otro de los principales factores de fracaso del aventurado corredor. Generalmente, antes de comenzar a experimentar y a acostumbrar el cuerpo a las nuevas sensaciones propiciadas por esta “desconocida” manera de correr, ya se está pensando en qué modelo de zapatilla minimalista será la mejor opción en la que invertir el dinero. Según mi humilde opinión, esto es un grave error, porque como ya se ha demostrado en estudios, correr descalzos no es lo mismo que correr con zapatillas minimalistas, y mucho menos con las llamadas “de transición”, modelos que, dicho sea de paso, en gran medida existen -para alegría de la industria deportiva- gracias a las prisas de los corredores que no quieren o no son capaces de disminuir su volumen de ejercicio durante la transición, y no se atreven a realizarla en un solo paso.

chi running y barefoot running

Para ayudar a los corredores que «pretenden» abrazar esta manera de correr, en países donde el minimalismo y el correr descalzo ha tomado “cierta importancia” -nótese las comillas-, han surgido distintas escuelas que, aunque todas persigan el mismo fin, parten de distintos preceptos técnicos e incluso conceptuales. Con el término escuela me refiero a métodos o maneras de aplicar las teorías de correr descalzo, como por ejemplo las defendidas por el Dr. Romanov, creador del método POSE , las del Chi Running y su desarrollador Danny Dreyer, o las de la menos conocida, Evolution Running, avalada por el entrenador Ken Mierke.

He visto muchas opiniones referentes a estos métodos -provenientes generalmente de personas que no han leído siquiera nada sobre ellos- en las que se critica duramente estas iniciativas, argumentando que sus creadores son simples aprovechados, charlatanes o gurús engañabobos. También, otros corredores opinan que como el correr descalzo es lo natural, debe surgir de manera automática, no haciendo falta aprender lo que muchos consideramos básico. Según ellos, como el correr es un acto reflejo, el cuerpo lo realizará sin ningún tipo de problemas; craso error olvidar que la sociedad, nuestro modo de vida y nuestro calzado nos ha condicionado para que correr descalzo no sea “lo natural”.

En cualquier caso, me gustaría dar mi opinión sobre la que quizás sea la escuela más criticada de todas: el Chi Running.

Soy de los que, en mis comienzos como corredor -y como corredor descalzo/minimalista, ya que las dos cosas vinieron en mi caso de la mano-, tuve el inmenso placer de leer el libro escrito por Danny Dreyer, titulado genéricamente Chi Running. Digo inmenso placer porque me pareció, aparte de bastante entretenido, extremadamente interesante; como auténtico neófito del correr que era -y con toda seguridad sigo siendo-, este libro me acercó una nueva manera de entender lo que hasta aquel momento consideraba un tedioso e incluso “peligroso” ejercicio: correr.

Por lo general, las críticas hacia el Chi Running no están dirigidas hacia la “formas” del método, sino quizás más hacia el “fondo” del mismo, ya que la inclusión de cualquier tipo de filosofía de índole “vital” o “religioso” (y en especial las orientales) en nuestros actos cotidianos, suelen ser rechazadas por el mundo occidental de manera casi automática.

 chi running

No me considero excesivamente filosófico (muy a mi pesar, he de confesarlo), ni mucho menos religioso (esto no me pesa tanto), pero reconozco que admiro a la gente que sin llegar a los extremos, son capaces de extraer lo positivo de estos asuntos existenciales y aplicarlos a su vida. Si esta aplicación existencial es realizada sobre algún tipo de ejercicio, lo considero de doble valor, y el ejemplo más claro lo tengo en el Yoga o en el Tai Chi. Sin haberlos practicado nunca (muy a mi pesar, también lo confieso), tengo un concepto muy positivo de estas variantes físico-espirituales, y creo que influyen muy positivamente en el cuerpo y en el espíritu de quien lo practica. Sencillamente, si aplicamos los conceptos del Tai Chi en el correr -o en el caminar-, mi lógica me dice que no puede salir nada negativo de esta “mezcla”.

El creador de Chi Running, desde su organización y su web, realiza cursos para aprender la técnica y también para poder impartirla, pudiendo convertirnos en un profesor o en un alumno “certificado” por la propia “compañía”. Aunque a muchos esto les parezca absurdo, no son los únicos que ofrecen estas clases (recuerden en artículos anteriores que ya citábamos a Lee Saxby y su trabajo en los “clinics” de Vivobarefoot), y estoy seguro de que a más de uno (yo incluido) les apetecería tener esta experiencia, aunque sea a título de curiosidad. Al margen de todo esto, reconozco que los asuntos que se montan alrededor de cualquiera de estas filosofías, están impregnados de la sucia pátina del negocio y el dinero, y el Chi Running no iba a ser menos. Hoy día existen libros, dvd´s, audios, ropa, y accesorios relacionados con el Chi Running, que van más allá de lo que la propia escuela predica; sin duda, esto no ayuda nada a que los escépticos tomen en serio ésta y otras variantes del “correr natural”.

A pesar de esto último, intentaré romper otra lanza más en favor del Chi Running, aportando un estudio publicado el pasado año por Donald Lee Goss. para la Universidad de Carolina del Norte, Estados Unidos. El estudio, titulado “A Comparison of Lower Extremity Joint Work and Initial Loading Rates among Four Different Running Styles”, pretende comparar cuatro distintas maneras de correr y su incidencia en el trabajo de las articulaciones de la pierna baja relacionadas con las fuerzas de impacto y carga mientras se corre.

Las cuatro técnicas comparadas fueron:

  • Corredores que apoyaban el retropie y calzaban zapatillas deportivas tradicionales.
  • Corredores que apoyaban el retropie y calzaban zapatillas deportivas minimalistas.
  • Corredores que apoyaban el antepie y calzaban zapatillas minimalistas.
  • Corredores “certificados” de Chi Running.

De las cuatro, los corredores “certificados” de Chi Running fueron los que obtuvieron mejores resultados, reflejando, según la investigación, que es el estilo de correr que menos impacto causa en las extremidades inferiores, que menos “fuerza de frenado” desarrolla en la ejecución del ejercicio y en el que el trabajo excéntrico de la rodilla es menor, favoreciendo una disminución del impacto de aterrizaje y una reducción natural de las fuerzas de carga corporales.

Como no quiero aburrir con datos estadísticos ni científicos, para los verdaderamente interesados, al final de este artículo encontrarán los enlaces necesarios para una fehaciente documentación. Como resumen del estudio, simplemente me resta decir que aunque las variables entre un corredor minimalista “común” y un corredor Chi certificado seguramente sean casi imperceptibles, parece ser que a ojos de la ciencia existen y marcan algún tipo de diferencia.

Sin ser extremistas, creo que lo mejor sería, en este como en otros asuntos, informarnos antes de opinar, después extraer lo que consideremos mejor de cada cosa, y finalmente aplicarlo a nuestro propio “estilo” de correr, y si podemos, a nuestro estilo de vivir. A buen seguro que seremos mejores corredores y mejores personas.

Referencias:

  1. Resumen estudio
  2. Estudio completo

11 Comentarios

  1. Es de agradecer las informaciones que compartes, siempre asequibles a mi modesto entendimiento, por lo menos para considerar las posibles opciones que existen hoy día sobre el tema. Abrazos

  2. Hola Gustavo.

    Yo le debo mucho al Chi Running porque fue mi introducción a todo este mundillo. Digo ‘mundillo’ y no ‘barefoot’ porque el Chi hace unos años no decía nada sobre zapatillas minimalistas ni descalzo. Hablaba ligeramente de la flexibilidad de una zapatilla y ya está. Esto era a principios de 2009. Después, con el boom del minimalismo, ya comenzó a hablar de estos temas.

    Como comentas, a mí no me va el rollo ese de energías esotéricas y fuerzas interiores, pero al menos fue el primer libro que vi que te enseñaba directamente un modelo de carrera (con algunos puntos criticables, pero bueno, todos lo tienen). Y también el primero que vi que relacionaba la técnica con la incidencia de lesiones.

    Puedo decir que el Chi me abrió los ojos y me puso en la pista para investigar y buscar las bases sobre las que se debía asentar todo esto. Eso me llevó a conocer el Evolution y finalmente el Pose (el único que hablaba abiertamente sobre el barefoot y el minimalismo en la época) que fue el que me permitió dar el paso definitivo. Varias semanas probando Chi y Evolution con zapatillas amortiguadas y mejoré, pero algo no encajaba. Un par de días siguiendo los consejos del Pose sobre calzado y encajaron todas las piezas.

    Todos estos métodos tienen sus pros y sus contras, sus puntos fuertes y sus contradicciones, pero al menos se han atrevido a destacar la importancia de la técnica en una época en que la corriente establecida consistía simplemente en decirte que la técnica depende de la biomecánica innata de cada uno y que cambiarla era improductivo y muy arriesgado.

    Hasta luego.

  3. Pues yo a decir verdad estoy empezando en el mundo del minimalismo (fivefingers y merrell glove) y la verdad es que no se muy bien que «escuela» seguir, ya que a nivel general todas buscan el mismo fin (suavizar el aterrizaje) pero a través de diversos caminos, y a veces contradictorios… Por ejemplo: unos dicen que se debe inclinar el cuerpo, otros que no; unos dicen que debes lanzar tus zapatillas desde el primer día (algo así como dejar de fumar, que es mejor hacerlo así que progresivamente), en cambio, otros afirman que es mejor realizar el cambio de modo gradual, intercalando entrenamientos.

    Estos son sólo algunos ejemplos de «manuales de barefoot/minimalismo/transición etc que he leído por ahí.

    La verdad, ahora mismo ando algo perdido. Y además, no me podría permitir pasarme varios meses corriendo 4km a la semana a modo de «transición». La maratón de mayo y el ultratrail de junio no me lo perdonaría…

    Saludos.

  4. «Cada maestrillo tiene su librillo» dice el refrán. Así que, tú mismo tpo88.

    Si no quieres un parón, combina zapatillas. En cualquier caso, te va a aportar mucho a tus entrenamientos.

    Saludos.

  5. tpo88, mucho me temo que ya sea con zapatillas de transición o cambiando radical vas a tener que bajar el volumen de km semanales, lo notaras desde la primera salida, como se cargan los gemelos y como se descargan los cuadriceps, el cuerpo se comporta de otra forma.

    mi recomendación es que termines esta temporada como siempre maraton de mayo y ultra de junio, en julio y agosto imiagino que bajaras mucho la actividad por los calores, pues ahi seria buen momento de comenzar con el cambio.

    la transición dicen y estoy comprobando que dura un año, a no ser que seas un privilegiado, la decisión es si ese año te compraras unas zapatillas de transición lo cual no te exigirá bajar tanto el volumen de km ni tener que ir con tanto cuidado si bien mejorarás mas lentamente con la tecnica.

    o directamente pasar a unas minimalistas o descalzo, con lo que tendras que empezar muy poco a poco, con cuidado escuchando a tu cuerpo y aprendiendo estiramientos nuevos para estirar los nuevos musculos que se implican en la carrera, pero que te permitirá sentir y mejorar la tencica mucho mejor y mas rapido.

    it´s on you

  6. El problema que le veo a Chi Running o a Pose es que parten de principios no justificados y además no saben matizar estos principios, como son:

    1-El papel de la gravedad en el impulso horizontal (propulsión o aceleración), algo falso, porque la gravedad es vertical, perpendicular al suelo. Si acaso, será la fuerza de fricción del suelo (horizontal) la que contribuya a este impulso, pero no la gravedad en sí.

    2- Para correr no hay que impulsar. Esto es también falso. Si en el aterrizaje hay frenado, por poco que haya, en el impulso tiene que haber aceleración para recuperar la velocidad de vuelo perdida. Y además siempre existe el impulso vertical.

    3-A una velocidad dada, conviene que la cadencia sea mayor y la longitud de zancada menor. Esto está mal fundamentado, porque puede darse que a una velocidad dada, existan corredores con demasiada cadencia y con demasiada poca cadencia, y que es un término medio lo que se debe encontrar. Además, como he dicho más de una vez, la cadencia es una consecuencia de la técnica específica del corredor, y no una causa de la misma.

    Estos conceptos son muy efectistas, presentan una apariencia muy plausible, pero a poco que se analicen con detenimiento, no tarda en apreciarse la falta de rigor de los libros indicados.

  7. el articulo esta muy bueno, gracias

    Estoy de acuerdo que es mas facil la transicion para los que no corriamos. Creo que tambien es mas rapido aprender la tecnica, a esperar que el cuerpo tenga tiempo de hacer sus cambios para poder correr sin lesiones, com mi experiencia he aprendido que si te das un buen tortaso tardas 6 meses a estar bien(musculos ligamentos, tendones), pero veo que los huesos tardan incluso mas para adaptarse. Mucho cuidado en el 1r año o nos ganaremos una fractura de estres de metatarso (almenos los de 40 pa arriba)

    por favor la transicion muy despacio

  8. Bueno, yo lo leí después de haber empezado la transición y me ha ayudado mucho. Sin estar de acuerdo en todo lo que en el se dice, he sacado principios muy interesantes que con el tiempo he comprobado su eficacia.

    Une algo de filosofia oriental, con el concepto del chi como hilo conductor, que quizas haya gente que rechaze por no creer en el, pero como en toda lectura, cada uno debe sacar sus propias conclusiones.

    Sin ser el libro del corredor perfecto, lo considero no imprescindible, pero de gran ayuda para disfrutar más de este deporte.

  9. Hola:
    Enhorabuena por el artículo,, me a gustado lo de las críticas a todo lo filosófico oriental. Actualmente nos tragamos cualquier cosa científico-occidental sin hacernos muchas preguntas y en cambio cuando nos dicen
    algo que suena a chino parece que tengamos que hacer un máster en investigación.
    Yo personalmente empece a correr descalzo y minimalista antes que correr chi, mi progresión o transición fue: descalzo-minimalista-chi. Esta es mi experiéncia de momento en el correr de los últimos tres años,pero yo soy partidario de que cada uno corra con lo que le va bién. Por cierto la técnica chi es fantástica y si nos olvidamos un poco de nuestra vertiente científico-occidental, causa-efecto, por un momento, se pueden alcanzar momentos sublimes cuando corres, salud.

  10. Me parece que lo mejor del chi running es su metodología didáctica. La fundamentación de sus principios, pese a ser intuitivamente asimilables, me temo que no son demasiado rigurosos desde una perspectiva digamos «científica» (cada vez más de acuerdo con Antonio, aunque personalmente mis veteranas extructuras se sienten cómodas con las zancadas cortas…).
    Supongo que como dijo Maquiavelo: «el fin justifica los medios».

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