Transición al minimalismo movimiento de pronación en el pieCada vez que escribo un artículo basado en alguna investigación o estudio científico, procuro citar y dar el crédito correspondiente a la fuente original. Para ello, no sólo aporto el enlace a la propia investigación, sino en la medida de lo posible, añado la página que se hizo eco de aquella en primer lugar, más que nada como un simple acto de reconocimiento y respeto por el trabajo ajeno. Además, teniendo en cuenta que no todas las personas que llegan a esta web tienen el mismo interés por esta clase de asuntos, ni los mismos conocimientos como para poder asimilar de una manera rápida los datos y conceptos científicos, intento, en la medida de lo posible, exponer dichas noticias desde una perspectiva lo más didáctica posible, evitando los tecnicismos y/o aportando los enlaces necesarios para que se entiendan. Aún así, soy consciente de que muchos de los temas tratados en esta web o en mi blog particular, se convierten en auténticos ladrillos para algunos lectores.

Por otro lado, en este delicado asunto de aportar y compartir noticias que relacionen la ciencia con el running, no siempre se dispone de fuentes fiables, datos contrastados, o sencillamente, de cosas que contar, y aunque procuro estar informado y tener los suficientes enlaces como para que mi actualización -y por lo tanto la de ustedes, queridos lectores- sea la correcta, hay ocasiones en que, sencillamente, no pasa nada… Afortunadamente, esto no es como los noticieros diarios de las televisiones en que siempre hay algo que decir, y si no lo hay, se inventa (o se habla del tiempo, que parece que siempre interesa a todo el mundo).

Ya he recibido muchas veces el sabio consejo de que no todos los estudios científicos son igual de rigurosos, algo que por otro lado, es bastante lógico teniendo en cuenta la cantidad de intereses creados en la industria médica, farmacéutica o deportiva; recordemos que hoy día, todo es susceptible de convertirse en un negocio en esta decadente sociedad. Al hilo de esto, me gustaría compartir con ustedes dos ejemplos de estudios que recientemente han saltado a la palestra en el mundo del barefoot running ya que aportaban datos bastante significativos para algunas personas y un tanto absurdos para otras, entre los que sin duda me encuentro.

Transición al minimalismo: Estudios ciéntificos

El primero de ellos pertenece a la Gait and Clinical Movement Analysis Society, y se dio a conocer en su publicación Gait & Posture. Está realizado por científicos de la Universidad Normal de Taiwan, que se dedicaron a estudiar un grupo de corredores mientras corrían descalzos. ¿Y qué es lo que dice dicha investigación?… pues sencillamente, cosas que se caen de lo maduras que están… Con leer la frase con la que concluye el estudio, queda todo dicho: “Los corredores que usan habitualmente zapatillas tradicionales, pueden sufrir lesiones más fácilmente si corren descalzos y continúan apoyando el talón”…  Pero bueno, ¿qué clase de tomadura de pelo es esta?… ¿Hace falta ser científico y realizar un estudio para darse cuenta de semejante perogrullada?… No les aburriré con los detalles, ya que con semejante conclusión, supongo que interesará poco. En cualquier caso, siguiendo los enlaces aportados, se puede profundizar más en la cuestión.

Lo curioso de todo el tema es que la noticia fue publicada por la prestigiosa BBC, con la repercusión que ello puede tener. El error que representa la habitual pleitesía que las masas rinden a los medios de comunicación, puede llevar a una mala interpretación de este pseudo-estudio, bien por la gente que sólo lee los sensacionalistas titulares, o bien por la información poco clara que existe con respecto a correr descalzos. Sin duda, este tipo de investigaciones poco o nada aportan a la ciencia y al deporte.

Transición al minimalismo fases de la carrera

El segundo caso que les quiero presentar se trata de otra investigación, mucho más interesante que la anterior, en la que se trataba de demostrar si el arco plantar podría sufrir algún tipo de transformación física gracias a la práctica del barefoot running. Partiendo de la base presupuesta de que correr descalzos fortalece los músculos y tendones del pie, la científica Sarah Ridge, de la Universidad de Brigham Young, Utah (Estados Unidos), presentó en la última convención de la American College of Sports Medicine, un estudio realizado por ella y su equipo, en el que se demostró que después de 10 semanas de transición al minimalismo, no se había registrado ningún tipo de cambio en la forma o en las cualidades (fuerza) del arco plantar. Con esta conclusión, se pone en duda esa base presupuesta del fortalecimiento del pie mediante la realización de sesiones descalzo.

Como he dicho, las conclusiones de este estudio no tienen nada que ver con las del anterior, y evidentemente, hay un aporte científico claro en ellas. Mi humilde discrepancia con todo esto no está basada en las conclusiones, sino en lo absurdo que es pensar que en 10 semanas de transición al minimalismo va a cambiar la forma o la fuerza de alguna parte del pie como si fuese un chicle. Después de la cantidad de años que los pies se han visto sujetos a un calzado opresivo y limitador, ¿cómo es posible que alguien piense que con sólo 10 semanas vaya a cambiar algo en la suficiente medida como para poder sacar conclusiones?… Me da la sensación de que los cambios físicos en el cuerpo humano no se consiguen en dos meses y medio, o por lo menos no de manera general, clara y notoria.

Como dato curioso, he de añadir que la profesora Sarah Ridge es la misma que publicó hace algunos meses otro estudio científico que causó un revuelo en el mundo del barefoot running. En él se concluía que la transición al minimalismo debería hacerse de manera gradual y con mucha precaución, ya que los individuos sujetos a estudio (que deben ser los mismos a los que no les cambió la forma del arco plantar), sufrieron edemas en los huesos durante las 10 semanas que estuvieron realizando la transición.

Bastaría con leer e informarse mínimamente para saber que 10 semanas es un período extremadamente corto para realizar con garantías la transición al minimalismo (yo diría que es casi imposible sin una técnica de carrera bastante depurada de antemano). Además, en ese corto período de tiempo hay muy pocas posibilidades de que un músculo cambie significativamente de forma o tamaño por el simple hecho de trotar algunas veces por semana. La conclusión a la que llega la investigación con referencia a las lesiones o a la transformación del arco plantar, está totalmente condicionada al tiempo que dura la misma (10 semanas), y curiosamente, en vez de cuestionar esta posibilidad, se “echa la culpa” el simple hecho de correr descalzo.

 En definitiva, por mucho estudio científico que exista, si no se utiliza la lógica y se abandonan los prejuicios, poco resultado se puede conseguir. A los hechos me remito.

Salud!

8 Comentarios

  1. Yo creo que el mayor problema es que el barefoot no es para todo el mundo. Incluso ocn una transición adecuada, no todos los corredores pueden llegar a disfrutar corriendo grandes distancias descalzos sin lesionarse. En este sentido, estoy viendo bastantes casos de blogueros que tras probar el running en su vertiente más minimalista, han vuelto a zapatillas intermedias, que les dan suficiente amortiguación, bajo drop y buena flexibilidad.

    Por otra parte, ¿la secuencia de imágenes del articulo pretende mostrar una técnica de carrera correcta? Porque la posición de los brazos es horrible.

    • La secuencia la tomó Eadweard Muybridge hace más de cien años como parte de sus estudios sobre el movimiento. Estas secuencias de imagenes son consideradas hoy en día obras de arte y fueron fuente de inspiración para Francis Bacón.

    • Las imágenes son simples ilustraciones para hacer el artículo algo más vistoso, es decir, para los que les gustan los «dibujitos»… No tienen nada que ver con los textos 😉
      Para los interesados, tokkadisk ha aportado los datos acertados.

      Salud!

  2. El cuerpo es sabio hay que darle tiempo para no lesionarse .Cambiamos la biomecánica completamente y hay que tomárselo en serio la transición .

  3. 10 semanas no es poco tiempo. Y una cosa es que ella -la investigadora- no haya apreciado cambios y otra cosa es que no los haya habido. Yo puedo estar en mejor o peor forma a pesar de que las mediciones tomadas (VO2 max, fuerza máxima en según qué músculos, etc.) no lo indiquen.

    Si en 10 semanas no hubiera cambios, mala sería la transición. El problema está en que la investigadora busca el tipo de cambios que ella quiere encontrar y medir y no todos los que pueden ocurrir en el organismo.

    • Cierto Antonio. Supongo que en los parámetros que apuntas (VO2 max, fuerza máxima en según qué músculos, etc.), es más que probable que se produzcan cambios mucho antes de las 10 semanas, pero para lo que me sigue pareciendo muy poco tiempo es para que se produzcan cambios físicos VISUALES, es decir, para que se note de manera clara que alguna parte del cuerpo ha cambiado; en este caso, la forma del arco plantar.

      Salud!

  4. Si nos preguntamos cuantas cosas de las que hacemos o creemos estan bién hechas y son razonables, veremos que muchas de ellas parecen efectivamente bién hechas y si se hiciera sobre ellas un estudio científico seguramente nos daria la confirmación esperada. ¿Pero es ello necesario?, ¿es ello económicamente razonable?.
    Hacer un buen estudio científico tiene sus premisas, hay que diseñarlo y proyectarlo de tal manera que puedan sacarse conclusiones útiles y extrapolables. No es una simple cuestión de aparatos y laboratorio. Pero es que antes de hacer tal esfuerzo (económico, material y humano) hace falta plantearse la necesidad, el sentido y la utilidad de hacer tal estudio. El sentido común y la experiencia acumulada (entendidos ambos en un sentido amplio) son tambien valores.

    Yo tambien pienso que el cuerpo se adapta incesantemente si hay estímulo, pero a una velocidad que depende del tipo de tejido y de la intensidad, duración y frecuencia del estímulo (otra vez recomiendo el libro de Jay Dicharry)

  5. lo dicho sobre el primer «estudio» es de perogrullo, cierto, pero hablando anteayer con un compañero y explicándole por qué ahora corro con zapatillas minimalistas, me soltó «pero es que yo peso casi 100kg» (y mide más de 1,90m. Esto lo dije yo) como si fuese una tara. Le expliqué que tanto o más importante que el tipo de zapatilla era la FORMA en que corres. No lo entendía. DIGO ESTO PARA ILUSTRAR que hay gente que cree (entre ellos parecen estar los del estudio ese) que correr descalzo es sólo quitarse las zapatillas, cuando todos los que hemos probado sabemos que sólo es el primer paso.
    Con respecto al segundo caso.. pues no tengo elementos para juzgarlo, no sé qué querían medir y cómo lo intentaron. Pero puedo decir que mis arcos han pasado de estar muy bien al inicio de correr descalzo (durante pocos km y suave); a contracturarse y molestar al aumentar velocidad y km y tener que cuidarlos; a no notar ningún problema desde hace meses. Se han «fortalecido», «estirado»? Yo creo que sehan «adaptado».

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.