2ºC. Luigi Slurp. Letras y fotografía

Bueno, pues aquí la tenéis, es Martina, mi hija de 11 meses. Esta foto la eché este pasado verano cuando me disponía a irme a correr con las Vibram Seeya. La niña se sintió atraida irremediablemente por las zapatillas,pues si le añadimos lo curioso de su diseño y esos colores tan llamativos no me extraña que me las quisiera quitar,jeje.

Martina y Vibram Five Fingers Seeya
Martina y Vibram Five Fingers Seeya

Pues lo mismo me ocurrió a mí hace un año y medio cuando viendo el periódico «El Mundo» apareció antes mis ojos un artículo que hablaba sobre correr descalzo-minimalista. Se llamaba «Como correr descalzo,o casi» (21 de marzo de 2011). ¿Amor a primera vista, Curiosidad, Morbo,..?. Desde el año 2010 en algunas páginas webs ya me iba encontrando estas zapas tan raras, en youtube me encontraba a Krupicka cortando las suelas de unas zapatillas,a un tío bajando descalzo por unos cascajales (Barefoot Ted),…pues bien,todas esas imágenes e información iban germinando en mí sin saber que aquel 21 de marzo eclosionarían del todo. Creo que el agua que regó esta semilla fue la aparición del libro,que todos los de este mundillo conocemos,que es ni más ni menos que «Born to Run». Dicho libro lo iban a publicar en breve y estuve esperándolo como agua de mayo,creo que más aún que el de Aruki Murakami «De que hablo cuando hablo de correr». Si soy un lector voraz en general, imaginaros si se publicaba un libro que lo estaba poniendo todo del revés. Comencé a buscar información en internet y me iba encontrando con blog, páginas que hablaban del libro de McDougall en inglés,todo me presagiaba que estaba ante un movimiento,que no una absurda moda americana,con el que conectaba y me puse mano a la obra. Primero acabaría de usar las zapas que me había comprado y  tenía super nuevas, no era cosa de desechar algo que me había costado tanto dinero y así de paso seguía investigando. Me encontré con una página,que ya conocía por sus fantásticos contenidos y a través de ella fuí madurando la idea de que correr descalzo o con unas zapatillas con 0 drop era la forma más económica,menos lesiva y más lógica de correr.
Cuando las zapas amortiguadas dieron las últimas boqueadas me compré unas Merrell Trail Glove y empecé el idilio que hasta hoy mantengo
Desde entonces ando descalzo en mi casa,en la ciudad durante el verano y con nocturnidad también he andado descalzo y es una sensación de libertad, de que todo me da igual por un rato. He bajado mis marcas en algunas distancias en las que me sentía, a mis 41 tacos, totalmente atascado. Y es que a día de hoy me siento como «un niño con zapatos nuevos» (aunque yo diría minimalistas) y con la ilusión  de saber que cuando me voy a correr voy a disfrutar plenamente de ese rato que, aunque corra con amigos o en una carrera, es solamente para mí. Si hablo de recuperación post-carrera, añadir que al correr descalzo o con unas zapas mínimas apenás hay, superado el proceso de adaptación, agujetas o dolores articulares aunque si te cansas pues,eso te cansas pero es una sensación de que «estoy satisfecho».

En resumidas cuentas esto es lo que pienso este viernes 7 de noviembre a las 11:49h al mirar junto a Martina la foto que os adjunto y que tan bien  muestra lo que siento por el minimalismo.
A mi hija le encanta la foto, las zapas y de forma natural andar y gatear descalza.Aprendamos de ellos.

Un saludo a los amigos de Correrdescalzos y a los amigos del minimalismo en general.