Aunque antes de los años 70 las zapatillas que utilizaban los atletas no se etiquetaban con este nombre, ha sido ahora, después de la entrada en escena de las zapatillas amortiguadas cuando han adquirido esta denominación. Repito, que antes de que Bowerman “inflara” las zapatillas no se nombraban zapatillas minimalistas, ya que no hacía falta diferenciarlas de las zapatillas amortiguadas, simplemente eran las únicas que existían.
Ante la avalancha de zapatillas, a veces mal llamadas minimalistas, que nos espera y que ya estamos viviendo, creemos conveniente establecer cuáles de ellas cumplen las características de minimalistas y cuáles nos quieren hacer pasar como tal.
Como características principales que debe cumplir una zapatilla para poder entrar en el selecto grupo de las minimalistas está:
1. Horma Anatómica.
La zapatilla no debe tener apoyo para el arco plantar y la diferencia de altura entre talón y antepié debe ser muy pequeña, a ser posible ninguna. Además debe tener suficiente espacio para los dedos, para que una vez que aterricemos de antepié, éstos se puedan expandir y no encuentren una barrera física que se lo impida.
2. Flexibilidad.
El pie realiza diferentes movimientos durante las fases de aterrizaje y despegue, por lo que si la zapatilla presenta poca flexibilidad, dichos movimientos estarían restringidos o no se harían con libertad.
3. Feeback con el terreno: suela-entresuela.
Junto a la horma anatómica conforman dos de las propiedades fundamentales que debe cumplir una zapatilla para entrar por la puerta grande del minimalismo. La suela debe está fabricada en un material que permita una comunicación correcta entre los órganos sensitivos del pie y el terreno, limitándose su anchura a unos pocos milímetros. En el caso de que exista entresuela debería estar fabricada en un material de baja densidad y al igual que la suela, debería tener una anchura milimétrica.
4. Bajo peso
Esta característica no deja de ser menos importante que el resto, ya que si la zapatilla tiene un peso excesivo puede dificultar una correcta técnica de carrera, además de provocar un cansancio prematuro en la musculatura implicada en el movimiento.
A veces aunque la frontera que separa los aspectos técnicos de una zapatilla minimalista de una zapatilla de competición o voladora es delgada, la realidad a la hora de su uso es bien diferente y las pequeñas diferencias técnicas se pueden transformar en grandes diferencias en cuanto a su uso se refiere.
A continuación vamos a describir, de forma somera, las características estructurales de algunos modelos, que bajo la etiqueta de minimalistas encontramos en el mercado actual.
Diferencias estructurales de diferentes zapatillas minimalistas.
New Balance Minimus Road
New Balance irrumpe en el mercado minimalista con tres modelos siendo el utilizado para asfalto una mezcla entre zapatilla de calle y zapatilla con amortiguación.
Nada más ver la zapatilla, la anchura de la entresuela nos pone en aviso. Con una entresuela tan prominente es difícil aplicarle a esta zapatilla el apellido minimalista, ya que es casi imposible que podamos sentir el terreno, a pesar de que la densidad con la que está fabricada es baja. Si llega información a los pies, ésta estará enmascarada.
Otro punto negativo es la diferencia de altura entre el talón y antepié. Ni es cero ni se aproxima (4mm). Su peso tampoco es de lo más destacable (250g) y puestos a catalogarla, la incluiría dentro de la categoría de zapatilla de competición.
Algunos corredores las están utilizando como zapatilla de transición al correr minimalista.
Neo Vivobarefoot Terra Plana
Terra Plana se ha puesto las pilas y ya tiene 4 modelos específicos para corredores en el mercado, además de toda una línea dedicada al Barefoot. Lo primero que notas cuando te pones las Neo es lo cómoda que son y en esto tiene mucho que ver el hecho de no poseer apoyo para el arco plantar y un espacio para los dedos de los más espacioso. Las he utilizado sin calcetines y no he tenido ninguna rozadura, la terminación está muy cuidada.
En este caso no podemos hablar de entresuela, ya que Terra Plana la elimina por completo, al igual que la diferencia de altura entre talón y antepié. Los pocos milímetros de suela son suficiente para proteger a los pies de piedras, cristales y de casi cualquier objeto punzante y por otra parte deja que la comunicación entre el terreno y nuestro cuerpo sea correcta.
A priori el peso no me gustaba, lo consideraba excesivo, pero balanza en mano y comparándolo con las Fivefingers Classic la diferencia es de solo 30 gramos. En esto tiene mucho que ver el utilizar la talla correcta para la longitud de mi pie, ya que en las Fivefingers tengo que usar una talla más por tener “dedo griego”.
Con las Neo de Vivobarefoot podemos afirmar que estamos ante una auténtica zapatilla minimalista.
Saucony Hattori.
A pesar que estas zapatillas no las he tenido en mis manos, ni me las he calzado, puedo sacar algún información de las imágenes sin cometer grandes errores.
A simple vista se observa que la anchura de la entresuela es media, es decir, ni excesiva, como en una zapatilla convencional amortiguada, ni mínima o inexistente como en una zapatilla minimalista pura. Este tipo de zapatilla, mezcla entre competición y minimalista suele venir con entresuela fabricada en Eva de baja densidad, con la que la retroalimentación con el terreno no debe ser mala del todo. Además, no incorporan ningún sistema de amortiguación.
De la evaluación de estas zapatillas hay que destacar la poca durabilidad que se le
Esto, sin llegar a ser una característica técnica, produce una gran diferencia estructural entre los mixtos entre zapatillas de competición/minimalistas y las zapatillas minimalistas puras. Unos pocos kilómetros por asfalto abrasivo bastaría para hacerle perder la poca protección al degaste que traen.