- 06 Mar 2016, 14:33
#32833
Semana algo intensa también
. Solucioné las vacaciones y me apunté a una carrera de trail a principios de abril, de 19,5 km (es ésta). Parece que está bien para iniciarse en el trail, y es una zona que le tengo aprecio ya que he hecho varias caminatas por allí y la tengo recorrido bastante cuando era estudiante y teníamos que hacer trabajos por la zona. Así que las próximas semanas lo principal será preparar la carrera. El objetivo es terminarla, y terminarla bien. Si no hay molestias, los fines de semana me echaré a los caminos, y por la semana me centraré en salidas cortas con sandalias/descalzo. No me puedo quitar la carrera de la cabeza pero, en fin, supongo que nos pasará a muchos
Estoy también pensando en apuntarme a una media maratón una semana más tarde, una de las clásicas, parece, en Galicia (la MediaSan do Camiño, para los que sois de la zona). No sé si será mucho, pero sería una buena ocasión para estrenarme en esa distancia. (Me leo y me parece mentira que esté hablando de este tipo de retos. Hace mas o menos un año, enfrascado en molestias varias y haciendo entonces apenas 2-3 km por salida, una salida de más de una hora por caminos me parecía ciencia-ficción.)
En fin, aquí va el resumen semanal:
- 7,58 km: 4,34 (sandalias 5mm) + 3,24 (descalzo)
- 7,23 km (sandalias 5mm)
Salidas habituales de semana, a trote cohinero-regenerativo para intentar aliviar o por lo menos no empeorar la molestia en el sóleo acentuada por la carrera del fin de semana pasado. Por cuestiones de tiempo la segunda la hice por la tarde, al ponerse el sol. No me acuerdo de la última vez que salí a correr por la tarde en Londres – quizás nunca – y, acostumbrado a correr mientras amanece, la sensación fue bastante curiosa. El aire era más espeso, menos fresco que por las mañanas, pero lo más llamativo era ver el día terminar (perogrullada al canto), con la oscuridad poco a poco tomando el parque y la ciudad murmurante en su vuelta a casa tras el trabajo. Me quedo, por el momento, con el comienzo del día.
- 17,13 km (Five Fingers Spyridon MR)
Para mí hoy era el día importante de la semana. Tenía pensado estrenar las Five Fingers y hacerlo con una salida larga, y así ver si me veía en el trail de abril. Para ello me ponía las FF cuando estaba en casa y procuraba cuidar el sóleo, con estiramientos y algún masaje. Había llovido el día anterior y helado por la noche, pero amaneció casi despejado y aunque la temperatura era baja (2ºC) era agradable correr. Recorrido por los tres parques de por aquí, primero por caminos compactados, algún tramo embarrado o de césped, y luego por el parque grande, bajando en diagonal por los campos, cruzando un soto por su parte baja y pasando por tramos encharcados, subiendo luego a una colina arbolada, bajando de nuevo por una pista ancha totalmente embarrada, y volviendo al punto de partida. Una especie de parque infantil pero para adultos que se sientan un poco niños (el resultado es similar: llegar a casa hecho un cromo
). Para los que tengáis curiosidad, encontré este vídeo sobre este parque (justo al principio se ve también el de la presa que comenté alguna vez).
(Como resumen más técnico, las FF me fueron muy bien. Creo que algo menos de agarre que las Trail Freak, pero sin problemas de ampollas, etc., más allá de rozaduras en los talones que espero vayan desapareciendo. La sensación de llevar los dedos en bolsillos siempre está ahí, pero la amplitud en el antepie es total. Terminé bastante cansado de todas formas; una mezcla de la distancia y de los últimos kilómetros de acera tras el suelo mullido de los caminos. Superé mi máxima distancia como amortiguado (y las 10 millas – aquí siguen fieles a las millas), así que feliz.)
Estoy leyendo – y noto que me estoy enrollando – un libro de un escritor de por aquí (Running Free, de Richard Askwith – sin traducción al español, creo), en el que cuenta su experiencia de corredor por la campiña inglesa, a través de campos, barro, montes rocosos, en invierno, en primavera, etc. Algo demasiado centrado en él mismo – como muchos libros de running, me temo – pero me gusta tanto su filosofía como las descripciones tan vívidas que hace del correr por el campo. Además la descripción de los paisajes es reconocible (los campos definidos por setos, los bosques – muchos históricos, etc.). En el campo por aquí – y estoy intentando controlar la chapa – hay lo que se llama el “derecho de paso”, es decir, rutas a través de fincas/campos particulares por los que se puede pasar. El resultado es que cada dos por tres tienes que estar abriendo y cerrando verjas (o subiendo por peldaños sobre la cerca) y caminando/corriendo a través de campos (a veces cultivados, a veces con animales y sus “restos”).
Y ya paro! Supongo que lo que indica tanto rollo es que me lo estoy pasando bien. Pues eso
Un saludo!


Estoy también pensando en apuntarme a una media maratón una semana más tarde, una de las clásicas, parece, en Galicia (la MediaSan do Camiño, para los que sois de la zona). No sé si será mucho, pero sería una buena ocasión para estrenarme en esa distancia. (Me leo y me parece mentira que esté hablando de este tipo de retos. Hace mas o menos un año, enfrascado en molestias varias y haciendo entonces apenas 2-3 km por salida, una salida de más de una hora por caminos me parecía ciencia-ficción.)
En fin, aquí va el resumen semanal:
- 7,58 km: 4,34 (sandalias 5mm) + 3,24 (descalzo)
- 7,23 km (sandalias 5mm)
Salidas habituales de semana, a trote cohinero-regenerativo para intentar aliviar o por lo menos no empeorar la molestia en el sóleo acentuada por la carrera del fin de semana pasado. Por cuestiones de tiempo la segunda la hice por la tarde, al ponerse el sol. No me acuerdo de la última vez que salí a correr por la tarde en Londres – quizás nunca – y, acostumbrado a correr mientras amanece, la sensación fue bastante curiosa. El aire era más espeso, menos fresco que por las mañanas, pero lo más llamativo era ver el día terminar (perogrullada al canto), con la oscuridad poco a poco tomando el parque y la ciudad murmurante en su vuelta a casa tras el trabajo. Me quedo, por el momento, con el comienzo del día.
- 17,13 km (Five Fingers Spyridon MR)
Para mí hoy era el día importante de la semana. Tenía pensado estrenar las Five Fingers y hacerlo con una salida larga, y así ver si me veía en el trail de abril. Para ello me ponía las FF cuando estaba en casa y procuraba cuidar el sóleo, con estiramientos y algún masaje. Había llovido el día anterior y helado por la noche, pero amaneció casi despejado y aunque la temperatura era baja (2ºC) era agradable correr. Recorrido por los tres parques de por aquí, primero por caminos compactados, algún tramo embarrado o de césped, y luego por el parque grande, bajando en diagonal por los campos, cruzando un soto por su parte baja y pasando por tramos encharcados, subiendo luego a una colina arbolada, bajando de nuevo por una pista ancha totalmente embarrada, y volviendo al punto de partida. Una especie de parque infantil pero para adultos que se sientan un poco niños (el resultado es similar: llegar a casa hecho un cromo

(Como resumen más técnico, las FF me fueron muy bien. Creo que algo menos de agarre que las Trail Freak, pero sin problemas de ampollas, etc., más allá de rozaduras en los talones que espero vayan desapareciendo. La sensación de llevar los dedos en bolsillos siempre está ahí, pero la amplitud en el antepie es total. Terminé bastante cansado de todas formas; una mezcla de la distancia y de los últimos kilómetros de acera tras el suelo mullido de los caminos. Superé mi máxima distancia como amortiguado (y las 10 millas – aquí siguen fieles a las millas), así que feliz.)
Estoy leyendo – y noto que me estoy enrollando – un libro de un escritor de por aquí (Running Free, de Richard Askwith – sin traducción al español, creo), en el que cuenta su experiencia de corredor por la campiña inglesa, a través de campos, barro, montes rocosos, en invierno, en primavera, etc. Algo demasiado centrado en él mismo – como muchos libros de running, me temo – pero me gusta tanto su filosofía como las descripciones tan vívidas que hace del correr por el campo. Además la descripción de los paisajes es reconocible (los campos definidos por setos, los bosques – muchos históricos, etc.). En el campo por aquí – y estoy intentando controlar la chapa – hay lo que se llama el “derecho de paso”, es decir, rutas a través de fincas/campos particulares por los que se puede pasar. El resultado es que cada dos por tres tienes que estar abriendo y cerrando verjas (o subiendo por peldaños sobre la cerca) y caminando/corriendo a través de campos (a veces cultivados, a veces con animales y sus “restos”).
Y ya paro! Supongo que lo que indica tanto rollo es que me lo estoy pasando bien. Pues eso
