- 30 Ene 2016, 23:45
#32198
Peligro, Chapa!
Salida 70 | 30 enero 2016
Carrera Leimentalerlauf
15km - Huaraches 10mm - Campo - +220m - 1:04:31" - 4:18min/km - aprox 8°C - 14:00h
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Otra carrera. La última antes de entrar en reflexión después de 4 meses de transición. Después de unos días de descanso. Con muchas ganas pero con sensaciones complejas.
Salí de casa prácticamente agarrando las cosas y metiéndolas en la mochila de cualquier forma. Llegaba algo justo de tiempo y, por supuesto, no había preparado las cosas la noche de antes (ejke la carrera era a las 14:00!). Y si algo he aprendido es que el minimalista no tiene porqué ser minimalista en cuestión de logística (aunque si puede serlo).
Troté calentando hacia el autobús y ya me notaba cansado y con un dolor extraño en la tibia de la pierna derecha. Los 40min de camino me di cuenta que el minimalismo es la maximalismo del comecocos
, al menos para mi en la transición. Me lenvanté con ganas de intentar hacer los 15K a 4:15'/km, que es lo que necesitaria para bajar de 1:30 en la media de Albacete. Pero decidí no tentar a la suerte y correr tranquilo por sensaciones.
Llegué y me encontré a Salva (que corrimos la semana pasada hombro con hombro) y parecía estar también con pocas ganas de tostarse mucho. En esta carrera había mucha gente del club de atletismo que no conocía del todo pero como llevamos las camisetas nos vamos saludando, en total somos algo más de 400. En cuanto me dispuse a calentar con las huaraches ya estaban muchos interesándose por el tema, algunos escuchan escépticos y otros se nota en seguida que solo preguntaron por curiosidad pero que la historia no les interesa mucho. Total, que nos pusimos Salva y yo en la mitad trasera del pelotón y tranquilitos para adelante. Pistoletazo y pa lante.
Si algo he aprendido corriendo con las Huaraches es que hay que darle tiempo a las sensaciones. Al mismo salir me pareció que se había aflojado un cordón y que lo llevaba medio suelto golpeandome ligeramente uno de los dedos. Yo miraba pero no veía nada con el ajetreo. Al rato me olvidé de ello hasta este momento que escribo estas lineas , así son los huaraches.
Fuimos muy tranquilos y para mi fue una nueva experiencia ir charlando un poco en plena carrera. Fue fantástico porque al muy poco de comenzar la carrera se abrió el cielo y salió el sol. El aire estaba limpio de la lluvia del día anterior y el sol reflejaba en los campos con una reverberancia de photoshop. muy muy muy chulo. Todo parecía que iba a desenvolverse sin sobresaltos. Subidas y bajadas típicas de las carreras de monte (porque tampoco hay que exagerar, no eran montañas). En una de las subidas se me acerca un tipo y comienza el punto de inflexión de la carrera:
EL - qué, te has olvidado las zapatillas
YO - no, las llevo puestas, y tu?
EL - si si, yo también.
Hasta ahí todo bien, sin problemas. Pero después comienza a adelantarme, cosa que no me molesta puesto que cada uno a lo suyo, pero me mira por encima del hombre y me dice: "luego si quieres las cambiamos"
. Y sigue el tipo cuesta arriba. Y claro, yo me quedo pensando y al rato miro a Salva y me dice: tira, tira. Y aquí comienza el segundo capitulo de la carrera
No tardo mucho en llegar hasta el tipo mientras subimos la cuesta, el ya un poco más cansado que antes, y me paro a su lado animandole para seguirme con sus súper zapatillas de 200€ frente a mis pobres huaraches de 15€. Pero se ve que el pobre lo entendió enseguida y me dice: "me las cambias?" . La verdad es que al final hasta me cayó bien y todo. En fin, llevabamos unos 7km y me encontraba bien, sin molestias ni cansado. Y decidí seguir el nuevo ritmo sin machacarme pero sin escatimar en esfuerzos. Y así fuí adelantando a algunos corredores en los siguientes kms, lo cual no tiene ningún merito si se entiende que a esas alturas de la carrera ya están las zonas establecidas según los ritmos, si uno acelera es normal que adelante hasta ir encontrando gente que correr igual que tu nuevo ritmo. Pero no deja de ser casi una provocación cuando precisamente a esas alturas y con todas las cuestas que llevábamos a nuestras espaldas te adelanta un tipo al que miraste entre risitas esperando en la salida. Es que no falla. En la salida están todos fresquitos y te ven con las chanclas de la piscina (porque muchos no ven otra cosa) y te auguran cualquier cosa menos que les adelanten en el km 10 cuando estan ya casi sin aliento 
. Por cierto, es la primera vez que me dan en los avituallamientos agua caliente. Que yo sepa fría es mejor, no porque esté más rica, sino porque es más rápida para el vaciado gástrico.
En el km 12 la última cuesta si que me dejó para el lastre, miré el reloj y vi 173ppm, para mi casi un record. Vamos, que veo esa cifra y pienso en mi familia. Pero bueno, no se suele quedar ahí mucho tiempo. Y comenzamos el descenso grande, bajadas y bajadas. La verdad es que voy pillandole el truco a las huaraches y me parecen cada vez más geniales. Para mi, sin duda, lo más parecido a ir descalzo. A unos 1500m de la meta sucede lo que no me había sucedido desde hacía mucho: empiezo a sentir un principio de calambre en el gemelo derecho . Y comienza el coco a darle vueltas a la situación. Todos queremos terminar una carrera y a todos nos gusta terminarla con fuerza. No era necesario pararme porque todavía no había llegado. No se si me explico. El gemelo hacía amago de encalambrarse pero enseguida yo corregía y se relajaba. Especialmente pisando de metatarso. La solución fue pisar más con el talón. Mmm, quedaba poco más de un km y no parecía que talonar me supusiera un coste físico. Terminan las cuestas a unos 800m de la meta y parece que el gemelo se ha relajado. Que te dé un calambre llegando a meta y después de tanta cuesta no creo que sea algo muy exótico pero claro, si el susodicho va con las chanclas de la piscina pues... tenemos chiste para el resto del fin de semana. No mola. Al menos me sentía con la responsabilidad de defender el minimalismo con dignidad. (todo esto pensado de una manera teórica y un tanto épica, claro, en el fondo todos somos lo que somos y pasa lo que pasa y ya está, no hay que adornar al santo con guirnaldas). Pero la fortuna quiso estar de mi parte y comencé poco a poco a dar lo poco que me quedaba sin sentir el gemelo y adelantando todavía a unos pocos corredores entré en meta 8 minutos por debajo del tiempo que hice el año pasado. Cansado pero con sensaciones muy muy distintas a las de esta mañana en particular y a las de esta semana en general.
muy contento
balance de daños: Una ampolla sobre la ampolla que ya tenía en el dedo 2 del pie izquierdo y algo de carga en las piernas aunque por la noche ya podía subir y bajar escaleras sin problemas. Eso si, cuando estoy un rato tumbado y me levanto los aquiles se echan una saeta. La rodilla derecha prácticamente sin quejas, un pelín incómoda estirando pero enseguida han desaparecido las molestias. Creo que corro más correcto rápido
Saludos a todos y mis mejores deseos para los compañeros Acalvete, XoseM y Maxiplex en sus carreras de mañana.
joseja
Salida 70 | 30 enero 2016
Carrera Leimentalerlauf
15km - Huaraches 10mm - Campo - +220m - 1:04:31" - 4:18min/km - aprox 8°C - 14:00h
Salí de casa prácticamente agarrando las cosas y metiéndolas en la mochila de cualquier forma. Llegaba algo justo de tiempo y, por supuesto, no había preparado las cosas la noche de antes (ejke la carrera era a las 14:00!). Y si algo he aprendido es que el minimalista no tiene porqué ser minimalista en cuestión de logística (aunque si puede serlo).
Troté calentando hacia el autobús y ya me notaba cansado y con un dolor extraño en la tibia de la pierna derecha. Los 40min de camino me di cuenta que el minimalismo es la maximalismo del comecocos
, al menos para mi en la transición. Me lenvanté con ganas de intentar hacer los 15K a 4:15'/km, que es lo que necesitaria para bajar de 1:30 en la media de Albacete. Pero decidí no tentar a la suerte y correr tranquilo por sensaciones.Llegué y me encontré a Salva (que corrimos la semana pasada hombro con hombro) y parecía estar también con pocas ganas de tostarse mucho. En esta carrera había mucha gente del club de atletismo que no conocía del todo pero como llevamos las camisetas nos vamos saludando, en total somos algo más de 400. En cuanto me dispuse a calentar con las huaraches ya estaban muchos interesándose por el tema, algunos escuchan escépticos y otros se nota en seguida que solo preguntaron por curiosidad pero que la historia no les interesa mucho. Total, que nos pusimos Salva y yo en la mitad trasera del pelotón y tranquilitos para adelante. Pistoletazo y pa lante.
Si algo he aprendido corriendo con las Huaraches es que hay que darle tiempo a las sensaciones. Al mismo salir me pareció que se había aflojado un cordón y que lo llevaba medio suelto golpeandome ligeramente uno de los dedos. Yo miraba pero no veía nada con el ajetreo. Al rato me olvidé de ello hasta este momento que escribo estas lineas
, así son los huaraches. Fuimos muy tranquilos y para mi fue una nueva experiencia ir charlando un poco en plena carrera. Fue fantástico porque al muy poco de comenzar la carrera se abrió el cielo y salió el sol. El aire estaba limpio de la lluvia del día anterior y el sol reflejaba en los campos con una reverberancia de photoshop. muy muy muy chulo. Todo parecía que iba a desenvolverse sin sobresaltos. Subidas y bajadas típicas de las carreras de monte (porque tampoco hay que exagerar, no eran montañas). En una de las subidas se me acerca un tipo y comienza el punto de inflexión de la carrera:
EL - qué, te has olvidado las zapatillas
YO - no, las llevo puestas, y tu?
EL - si si, yo también.
Hasta ahí todo bien, sin problemas. Pero después comienza a adelantarme, cosa que no me molesta puesto que cada uno a lo suyo, pero me mira por encima del hombre y me dice: "luego si quieres las cambiamos"
. Y sigue el tipo cuesta arriba. Y claro, yo me quedo pensando y al rato miro a Salva y me dice: tira, tira. Y aquí comienza el segundo capitulo de la carreraNo tardo mucho en llegar hasta el tipo mientras subimos la cuesta, el ya un poco más cansado que antes, y me paro a su lado animandole para seguirme con sus súper zapatillas de 200€ frente a mis pobres huaraches de 15€. Pero se ve que el pobre lo entendió enseguida y me dice: "me las cambias?"
. La verdad es que al final hasta me cayó bien y todo. En fin, llevabamos unos 7km y me encontraba bien, sin molestias ni cansado. Y decidí seguir el nuevo ritmo sin machacarme pero sin escatimar en esfuerzos. Y así fuí adelantando a algunos corredores en los siguientes kms, lo cual no tiene ningún merito si se entiende que a esas alturas de la carrera ya están las zonas establecidas según los ritmos, si uno acelera es normal que adelante hasta ir encontrando gente que correr igual que tu nuevo ritmo. Pero no deja de ser casi una provocación cuando precisamente a esas alturas y con todas las cuestas que llevábamos a nuestras espaldas te adelanta un tipo al que miraste entre risitas esperando en la salida. Es que no falla. En la salida están todos fresquitos y te ven con las chanclas de la piscina (porque muchos no ven otra cosa) y te auguran cualquier cosa menos que les adelanten en el km 10 cuando estan ya casi sin aliento . Por cierto, es la primera vez que me dan en los avituallamientos agua caliente. Que yo sepa fría es mejor, no porque esté más rica, sino porque es más rápida para el vaciado gástrico.En el km 12 la última cuesta si que me dejó para el lastre, miré el reloj y vi 173ppm, para mi casi un record. Vamos, que veo esa cifra y pienso en mi familia. Pero bueno, no se suele quedar ahí mucho tiempo. Y comenzamos el descenso grande, bajadas y bajadas. La verdad es que voy pillandole el truco a las huaraches y me parecen cada vez más geniales. Para mi, sin duda, lo más parecido a ir descalzo. A unos 1500m de la meta sucede lo que no me había sucedido desde hacía mucho: empiezo a sentir un principio de calambre en el gemelo derecho
. Y comienza el coco a darle vueltas a la situación. Todos queremos terminar una carrera y a todos nos gusta terminarla con fuerza. No era necesario pararme porque todavía no había llegado. No se si me explico. El gemelo hacía amago de encalambrarse pero enseguida yo corregía y se relajaba. Especialmente pisando de metatarso. La solución fue pisar más con el talón. Mmm, quedaba poco más de un km y no parecía que talonar me supusiera un coste físico. Terminan las cuestas a unos 800m de la meta y parece que el gemelo se ha relajado. Que te dé un calambre llegando a meta y después de tanta cuesta no creo que sea algo muy exótico pero claro, si el susodicho va con las chanclas de la piscina pues... tenemos chiste para el resto del fin de semana. No mola. Al menos me sentía con la responsabilidad de defender el minimalismo con dignidad. (todo esto pensado de una manera teórica y un tanto épica, claro, en el fondo todos somos lo que somos y pasa lo que pasa y ya está, no hay que adornar al santo con guirnaldas). Pero la fortuna quiso estar de mi parte y comencé poco a poco a dar lo poco que me quedaba sin sentir el gemelo y adelantando todavía a unos pocos corredores entré en meta 8 minutos por debajo del tiempo que hice el año pasado. Cansado pero con sensaciones muy muy distintas a las de esta mañana en particular y a las de esta semana en general. muy contento balance de daños: Una ampolla sobre la ampolla que ya tenía en el dedo 2 del pie izquierdo y algo de carga en las piernas aunque por la noche ya podía subir y bajar escaleras sin problemas. Eso si, cuando estoy un rato tumbado y me levanto los aquiles se echan una saeta. La rodilla derecha prácticamente sin quejas, un pelín incómoda estirando pero enseguida han desaparecido las molestias. Creo que corro más correcto rápido
Saludos a todos y mis mejores deseos para los compañeros Acalvete, XoseM y Maxiplex en sus carreras de mañana.
joseja
Última edición por josenavarro el 30 Ene 2016, 23:50, editado 1 vez en total.
"Unas veces se gana, otras se aprende"
Gracias por esas narraciones tan vívidas y ya nos contarás cómo va ese período de reflexión. Un saludo!
, las iba a tirar pero creo que las voy a dejar ahí todavía un rato. Uff, me salvé de ser nombrado por unanimidad "friqui del año".