Chapa a continuación....
Muy buenas a todos!
Pues aquí estamos de vuelta tras haber cumplido con otra semana de progresos, y metiéndole un poco de caña al cuerpo.
Como elemento a resaltar, tras las dos salidas de entreno por semana (8k+8k), el domingo llegó el tan esperado retorno “al monte” en el impresionante paraje de las Fragas del Eume, II Trail monasterio de Caaverio. Ruta de senderismo o carrera que sin dudarlo recomiendo a cualquier que venga de vacaciones a la zona norte de Galicia (Fragas do Eume).
La carrera comenzó como habitualmente empiezan todas (al menos las mías)….madrugón de domingo, desayuno hipernutritivo…como nota añado mi desayuno típico cuando entreveo que voy a necesitar un extra de combustible: Copos de avena, semillas de chía, anacardos y revuelto de frutos secos varios….y mi cafelito…Una bomba que me suele dar buen resultado.
Voy a buscar a mi compi de carrera, 1 hora +- de coche y a buscar el dorsal. Cafelito en el bar de al lado de la salida, visita al aseo…y a darlo todo.
Salimos de la zona de atrás, en principio salgo con mi compañero de trails y dos amigos suyos….un grupito que se suele juntas en este tipo de eventos.
La carrea empieza con el aturullamiento habitual, y hasta el km2 aproximadamente no hay forma de coger ritmo. Es ahí donde decido tirar yo solo a mi ritmo…y comienzo andadura en solitario.
El trail básicamente hace la salida en un alto de montaña, para bajar 6.5km hasta el rio Eume, que es donde se encuentra el monasterio, avituallamiento, y luego volver a subir la montaña hasta el punto de origen.
En la primera parte, nada más que resaltar la bajada pronunciada, y bastante técnica. La resistencia necesaria para no embalarse, hace que los cuádriceps lleguen bastante tocados al final. En el momento lo hice bastante bien, y acabé bastante entero, pero tras 48h de descanso, tengo unas agujetas que mis compis de oficina se “descojonan” cada vez que me tengo que levantar de la silla….Disfrutando a tope y comprobando mis capacidades de bajada…en algún momento intenté darle un poco de caña, y “literalmente”, volaba por los caminos. Muy divertido….
Hasta el monasterio todo genial…avituallamiento donde aprovecho para beber un poco de agua, y vamos a por la subida.
Me habían dicho que la subida era muy dura, de hecho son más o menos 1.5km continuos con un desnivel de unos 400m…a priori no parecía demasiado, sobre todo considerando que lo iba a hacer andando…pero he de decir que aun así, andando, me derrotó…los últimos tramos lo hice a duras penas, y en algún momento pensando que podría llegar al punto que ni andando era capaz de subir sin pararme a descansar….buffff….Me queda mucho margen de mejora…
Una vez finalidad la subida del “infierno”, retomamos una zona de “llano” donde volver a coger ritmo me costó un poco. Es curioso como se te quedan adormecidas las piernas después de uno de estos mazazos, y de cómo cuesta volver a desentumecerlas para correr a ritmo normal de carrera. Lo genial es que sin esperármelo, de repente nos metieron en un bosque que me dejó con la boca abierta…se trata de una zona de arroyos y molinos, muy cerquita del pueblo de “As Neves”…impresionantemente bonita, y que podría haber servido de inspiración a JRR Tolkien para algunos de los bosques de sus libros, al menos esta idea evocó en mis pensamientos…Entre el verde intenso de la hierba, los ríos, el musgo, y los rallos de sol atravesando el frondoso bosque….Que pena me da no haber sacado alguna foto….pero es que aún me estaba recuperando del “mazazo” de la subida, y era camino muy técnico como para andar sacando el teléfono de la riñonera…En fin, intentaré volver con la familia a hacer una rutilla de senderismo.
Cuando ya parecía que estaba todo el “pescado” vendido, la organización nos tenía reservada otra sorpresilla a modo de subida por unos peñascos, que menos mal que fue cortita…porque llegaba yo con las fuerzas muy justitas….Me costó lo suyo, pero ya estaba yo en modo destructor, o destruido, y me la eché encima sin problemas.
A partir de ahí, unos 2 km de llano recorriendo caminos de aldea hasta la meta, donde pude llegar a buen ritmo, entero, y contento.
