Salida 100. 11 k en 1 hora.
Ingresando en el terreno de los tres dígitos (salida 100

) he tenido un buen día. Y noto que es un buen día cuando siento que corro como saltando, como brincando, rebotando en el piso, y no esa sensación de arrastrarse, para ser bien gráficos. Asi que contento y satisfecho.
Y los números redondos (salida 100 y casi 6 meses de transición, en rigor 175 días) evocan para hacer una suerte de balance.
Lo primero, que la experiencia es mínima. 6 meses de transición no es nada, pero sumado a mis años de amortiguado, me encuentro en condiciones de comparar.
Luego, que de casi 180 días he salido a correr más de día por medio, lo que nos es poca cosa (100/175).
Después, que ciertamente he tenido dificultades, pero también he tenido satisfaciones que, en la balanza del debe y el haber, pesan muchas mas.
Mientras corría pensaba en lo siguiente: Christoper McDougall (Nacidos para correr) y Emilio Sáez Soro (La aventura de correr descalzos) en muy buena medida nos "vendieron" que el minimalismo/descalcismo era la panacéa universal. Que nada más desclazarnos íbamos a dejar de lesionarnos e íbamos a bajar nuestros tiempos en forma sensible. Y ciertamente que ellos no dijeron lo que dijeron de mala fé. Seguro que es lo que les ocurrió a ellos y debemos estarles agradecidos por habernos abierto las puertas a este maravilloso mundo.
Pero lo cierto es que la mayoría de los que estamos por aquí, o que se nos da por el minimalismo/descalcismo no somos ni McDougall ni Sáez Soro. Y muchos creímos que por el solo hecho de leer sus libros íbamos a ser como ellos.
Pero, mal que nos pese, la realidad es muy diferente.
El minimalismo/descalcismo no es la panacéa universal, ni evita que nos lesionemos, ni nos convierte en gacelas.
El minimalismo/descalcismo es una técnica y hasta, podría decirse, una filosofía, que nos acerca a una forma más sana de vivir. Pero hacernos minimalistas/descalcistas no transforma nuestra naturaleza por arte de magia.
El pedestrismo es uno de los únicos deportes en el que lo practican creen que es nada más que calzarse unas zapas (o descalzarse) y echarse a correr a como salga. Y no es asi, como no es asi en el resto de los deportes, que tienen técnicas para practicarlos. Y esta es una de las mejores virtudes del minimalismo/descalcismo: acercarnos a una buena técnica.
Hay que seguir trabajando todos los días, no perder de vista quienes somos, cuál es nuestra historia y nuestra trayectoria y no hacernos los tarahumaras porque vayamos livianos de piés.
Les dejo un afectuoso saludo.