- 13 May 2013, 19:13
#18269
No voy a hablar de tiempos, de distancias pues ahora mismo para mí todo eso es totalmente relativo. En los últimos kilómetros tanto mi compañero como yo coincidíamos en descartar un Ronda 2014, ahora mismo, y con las piernas doloridas, convertidos mis huesos en el sustento de 67 kilos de carne que se quejan continuamente, puedo decir que no descarto más aventuras como esta, puedo decir que mereció la pena, puedo decir que todo el sufrimiento de esas 6 últimas horas hasta llegar a meta al amanecer, han servido para hacerme mejor, para diseñarme tal cual alfarero diseña con sus manos un montón amorfo de arcilla.
Ayer, desde el momento de llegar al garaje del bloque de viviendas que aloja mi redil, me he quedado maravillado de la cantidad de inventos asombrosos que nos rodean, que nos hacen la vida más fácil. Pensaba aparcando, (creo que producto de un exceso de frutos secos, isotónica y kilómetros a partes iguales), ¿mira que si está el ascensor estropeado y tengo que subir a pie hasta el 9º? ¿ Qué hago? ¿ Llamo al 112? Lo mismo un equipo de fornidos bomberos me pueden subir mediante un complejo sistema de poleas, mosquetones y arneses de seguridad.
Pero no, todo funcionaba, (por suerte del equipo de bomberos de Málaga), a la perfección y llegué a mi casa, al salón donde me aposenté en el sofá como si fuera el mejor elemento de ingeniería del mundo.
Estos 101s kilómetros, que han sido 104 con todas sus piedras, cuestas, arena y polvo, han puesto a mi organismo en comunión con mi mente, en una guerra civil entre músculos, tendones, ligamentos, huesos y mente, han conseguido que todos estén tranquilos, en armonía...han conseguido vencer al pesimismo, a la desesperación a la impotencia, al cansancio, al hastío, a la desgana, a la desidia, al aburrimiento, a la monotonía, y han puesto en valor muchísimas cosas, actos, acciones, que en situaciones normales de presión y temperatura solemos pasar desapercibidas, por ejemplo, el café, esta tarde tomándome un café en casa pensaba, ummm impresionantemente rico, que maravilla! y es que, la noche de la carrera, desde el kilómetro 80 soñábamos con un café, y ese pensamiento nos estuvo acompañando durante 6 horas hasta la meta, ya que ninguna cafetería iba a estar abierta para nosotros durante la madrugada.
Solo por esas sensaciones, que ahora mismo desde el reposo de mi hogar estoy sintiendo han merecido los 101s, ha sido una satisfacción personal, ha sido un placer compartirlos con Fermín, mi compañero del club trail running Málaga, que durante bastantes kilómetros estuvo tirando de mí, cuando el pensamiento negativo se instaló en mi cabeza, a eso de las 6 de la madrugada, con Gersi al inicio cuando nos sentíamos enormes héroes y rodábamos cómodamente sin sensación de fatiga ni cansancio, con cada uno de los visitantes y locales que animaban en cada calle, en cada esquina, manifestando con sus aplausos y gritos la grandeza de la gesta.
Si de algo me ha servido es para contestarme a mí mismo a la pregunta de ¿ Por qué ?
Simplemente porque se puede, porque no hay límites más allá de convencionalismo sociales, porque hemos avanzado evolutivamente gracias a acciones como estas, no por la simple paliza a nivel físico, sino por la victoria mental de conseguir alcanzar retos y superarse día a día.
Querido doctor, desde aquí comunicarte que el diagnostico que me hiciste hace 10 años, debe tener un fallo, ya que me comentó usted que debía dejar de correr y cualquier deporte que implicara impacto en las articulaciones y he terminado Ronda con las piernas perfectas, aparte de los dolores musculares propios de tal hazaña y con zapatillas minimalistas sin amortiguación. Un saludo