Un federado al que le miran raro
Publicado: 14 Oct 2014, 22:59
Hola,
Os iré contando aquí mis andanzas hacia la transición minimalista, quizás algo forzada, ya que en ningún momento deje de seguir mi plan de entrenamiento.
Todo empezó hace casi medio año, cuando me compre mis preciosas zapatillas pronadoras con contrafuerte durisimo y amortiguación de gel. Por aquel entonces yo ya corría con una técnica bastante minimalista (método pose y esas cosas que a cualquiera que corra federado le habran contado alguna vez, supongo), pero no me sentía nada cómodo con ellas a pesar de ser para mi pisada, para mi peso y para mis ritmos. Entonces empece a leer opiniones sobre esas zapatillas, descubriendo que efectivamente eran para mi, pero iban destinadas a corredores talonadores, lo cual me llevo a buscar zapatillas que no fueran para talonadores, vamos, que me fueran bien. De esa forma descubrí el minimalismo.
Así, me fabrique mis primeras zapatillas minimalistas. Cogí mis zapatillas viejas, las corte a navaja al mas puro estilo Anton Krupicka, les quite ese armatoste de contrafuerte y salí con ellas tan contento. Estas zapatillas causaron revuelo entre mis compañeros de equipo, pues al principio no lo entendieron, pero al final se acostumbraron y dejaron de mirarme raro, y cuando se dieron cuenta de que no tenia remedio fue cuando hice lo mismo con las siguientes.
Con ambos pares de zapatillas hice muchos kilómetros, y, a principios de verano, necesitaba unas zapatillas de montaña, pues ya había corrido alguna carrera de montaña, pero con las asfalteras que acabaron destrozadas, así que busque algo bajito, pero el 0 drop, en montaña aun me daba algo de miedo, así que compre unas Salomon Senese Mantra, con 6 mm de drop, ya que mi primera opción, las Kinvara TR2, no estaban disponibles en mi tienda habitual.
Con estas zapatillas he hecho cientos de km y he corrido algunas de las carreras mas divertidas que he hecho, prácticamente han sido las únicas zapatillas que he usado durante todo el verano. Estas eran las primeras que salían de la tienda con bajo drop, pero desde entonces, este mes de noviembre, cayeron los 2 pares de zapatillas para usarles durante esta temporada que empieza, primero unas Kinvara 4, con 4 milímetros de drop, a las que me adapte rápidamente debido a la mínima diferencia de drop.
Al poco tiempo, hace apenas un mes, compre mis primeras zapatillas realmente minimalistas, unas NB MR00v2, por simple curiosidad, con la intención de usarlas como voladoras radicales y como complemento a mi entrenamiento.
El primer día salí a rodar 20 min despacio, sin pretensiones, a sentir las nuevas sensaciones que me aportarían. Al final salio un ritmo bastante bueno, y, lo mas importante, finalice sin ninguna molestia, ni siquiera en los gemelos, por lo que al día siguiente me vi preparado para correr la primera carrera con esas zapatillas, una milla, rápida y corta, dándome cuenta en ese momento que en ritmos por debajo de 3:30min/km no son buenas zapatillas, pues les falta algo de ajuste, pero por lo demás perfectas. Me sentía tan cómodo corriendo con ellas que desde entonces he corrido varias millas, un 5km, un 7km y he hecho rodajes de hasta 40 min por terreno de trail.
Hasta el momento ninguna molestia mas allá de alguna sobrecarga en los gemelos, pero nada fuera del otro mundo. Al principio iban a ser unas simples voladoras y hoy por hoy son las zapatillas que mas uso debido a su comodidad.
Bueno, pues esto ha sido la historia de mi transición, y lo que queda aun.
Felicidades a los que os hayáis leído entero este pedazo de parrafazo que me ha salido sin morir en el intento.
Os iré contando aquí mis andanzas hacia la transición minimalista, quizás algo forzada, ya que en ningún momento deje de seguir mi plan de entrenamiento.
Todo empezó hace casi medio año, cuando me compre mis preciosas zapatillas pronadoras con contrafuerte durisimo y amortiguación de gel. Por aquel entonces yo ya corría con una técnica bastante minimalista (método pose y esas cosas que a cualquiera que corra federado le habran contado alguna vez, supongo), pero no me sentía nada cómodo con ellas a pesar de ser para mi pisada, para mi peso y para mis ritmos. Entonces empece a leer opiniones sobre esas zapatillas, descubriendo que efectivamente eran para mi, pero iban destinadas a corredores talonadores, lo cual me llevo a buscar zapatillas que no fueran para talonadores, vamos, que me fueran bien. De esa forma descubrí el minimalismo.
Así, me fabrique mis primeras zapatillas minimalistas. Cogí mis zapatillas viejas, las corte a navaja al mas puro estilo Anton Krupicka, les quite ese armatoste de contrafuerte y salí con ellas tan contento. Estas zapatillas causaron revuelo entre mis compañeros de equipo, pues al principio no lo entendieron, pero al final se acostumbraron y dejaron de mirarme raro, y cuando se dieron cuenta de que no tenia remedio fue cuando hice lo mismo con las siguientes.
Con ambos pares de zapatillas hice muchos kilómetros, y, a principios de verano, necesitaba unas zapatillas de montaña, pues ya había corrido alguna carrera de montaña, pero con las asfalteras que acabaron destrozadas, así que busque algo bajito, pero el 0 drop, en montaña aun me daba algo de miedo, así que compre unas Salomon Senese Mantra, con 6 mm de drop, ya que mi primera opción, las Kinvara TR2, no estaban disponibles en mi tienda habitual.
Con estas zapatillas he hecho cientos de km y he corrido algunas de las carreras mas divertidas que he hecho, prácticamente han sido las únicas zapatillas que he usado durante todo el verano. Estas eran las primeras que salían de la tienda con bajo drop, pero desde entonces, este mes de noviembre, cayeron los 2 pares de zapatillas para usarles durante esta temporada que empieza, primero unas Kinvara 4, con 4 milímetros de drop, a las que me adapte rápidamente debido a la mínima diferencia de drop.
Al poco tiempo, hace apenas un mes, compre mis primeras zapatillas realmente minimalistas, unas NB MR00v2, por simple curiosidad, con la intención de usarlas como voladoras radicales y como complemento a mi entrenamiento.
El primer día salí a rodar 20 min despacio, sin pretensiones, a sentir las nuevas sensaciones que me aportarían. Al final salio un ritmo bastante bueno, y, lo mas importante, finalice sin ninguna molestia, ni siquiera en los gemelos, por lo que al día siguiente me vi preparado para correr la primera carrera con esas zapatillas, una milla, rápida y corta, dándome cuenta en ese momento que en ritmos por debajo de 3:30min/km no son buenas zapatillas, pues les falta algo de ajuste, pero por lo demás perfectas. Me sentía tan cómodo corriendo con ellas que desde entonces he corrido varias millas, un 5km, un 7km y he hecho rodajes de hasta 40 min por terreno de trail.
Hasta el momento ninguna molestia mas allá de alguna sobrecarga en los gemelos, pero nada fuera del otro mundo. Al principio iban a ser unas simples voladoras y hoy por hoy son las zapatillas que mas uso debido a su comodidad.
Bueno, pues esto ha sido la historia de mi transición, y lo que queda aun.
Felicidades a los que os hayáis leído entero este pedazo de parrafazo que me ha salido sin morir en el intento.