Correr Descalzos

Atrévete: conoce todas las experiencias de los que han decidido mejorar su técnica

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#10670
No me hagas mucho caso, pero creo que la pirámide sigue intacta.

Se sigue tirando de hidratos principalmente, ya que son la única fuente de energía del músculo (no las proteinas). Lo que ocurre es que se buscan los hidratos en fuentes más naturales, menos procesadas. O sea, en verduras, hortalizas, fruta, ...

Lo que si supongo que ocurre y a lo que hay que adaptarse es que se consumen muchas menos calorías. Hasta que el cuerpo se acostumbra, puede que tengas un bajón, pero se adapta el cuerpo.

Llevo un tiempo pensando que estamos sobrealimentados y quizás esta dieta, viene a poner las cosas en su sitio.

En fin, son teorías, cuando pesque ponga más posts nos iremos enterando.

Saludos.
#10675
Hola, he leido por encima los enlaces que pones sobre el colesterol, es cojonudo lo que se aprende Pesque, como primera conclusión es que no tengo ni puta idea, dudaría de que muchos medicos sepan de que va la cosa,( o al menos no lo dicen)
intentan matar hormigas a cañonazos y ... no las dan.
gracias por la información
#10688
Veo que el tema de la paleodieta suscita muchos interrogantes y la mayoría de ellos también se me habían planteado a mí. Trataré de ir dando respuesta a esas cuestiones en la medida en que pueda. Sin embargo, creo que es importante explicitar cuales son las fuentes en las que me baso para dar respuesta a las dudas.

Llevo muy poco tiempo con la paleodieta pero soy una persona muy curiosa lo que hace que para mí sea muy importante hallar una explicación lógica para todo. Comencé leyendo en Internet sobre la esta dieta y enseguida me di cuenta de la disparidad de opiniones y del hecho de que en muchos casos se utilizaba ese nombre para cosas completamente distintas. De todos modos algunas lecturas me hicieron plantearme que quizás había algo de lógica en todo esto, aunque seguía teniendo demasiadas dudas. Por ese motivo en mi búsqueda de información encontré algunos libros que me aclararon algunas de ellas.

De momento he leído tres libros sobre el tema: “El mono obeso”, de José Enrique Campillo, “La dieta paleolítica” y “Paleodieta para deportistas”, ambos de Loren Cordain. Después de la lectura del primero de los libros comencé a modificar mi dieta.

Con esta explicación pretendo situar el valor de mis respuestas y explicaciones dentro del marco establecido por lo aprendido con mis lecturas sobre paleodieta y nutrición en general y con mi experiencia personal. No diré verdades absolutas porque carezco de ellas pero trataré de fundamentar lo que diga. Por otra parte, soy consciente de que en ocasiones me faltarán conocimientos o capacidad discursiva para explicar en profundidad ciertos procesos químicos, biológicos, antropológicos… y me limitaré a citar lo que han dicho los expertos sobre el tema en cuestión.

oroig: Cada vez somos más los que nos damos cuenta de que los cereales no son imprescindibles para llevar una alimentación saludable. Una de las cosas que más me ha sorprendido a mí es la variedad de alimentos que ahora consumo comparado con lo que sucedía antes. Me he dado cuenta de que me pasaba el día comiendo lo mismo aunque con diferente apariencia. En mi caso el maíz y el arroz (soy celíaca y antes ya no tomaba gluten) estaban presentes en todas las comidas, aunque con diferentes formas y texturas.

Lo del Intermittent Fasting lo estoy empezando a probar los días que puedo, sobre todo los fines de semana, y de momento la experiencia es positiva.

En lo que respecta a comer algo cuando estoy por ahí, trato de llevar siempre un poco de comida encima, como frutos secos o algo de fruta. Y varias veces he entrado a supermercados a comprar sobres de jamón serrano o fruta triturada (como potitos para adultos).

En casa también tomo miel y algo de chocolate con poco azúcar y mucho cacao, aunque me he acostumbrado a tomar muy pocos dulces. En el caso de la fruta, la fructosa puede ser un problema pero sólo en si se consume una cantidad muy elevada. Otro tema diferente son los zumos de frutas (aún sin azucarar) que sólo deberían tomarse en el post-ejercicio o bien como capricho puntual y que no deberían en ningún caso sustituir al agua. Yo ahora tomo más frutas, sobre todo después del ejercicio físico, porque antes la cantidad que tomaba era ridícula ya que no me sentaban demasiado bien, cosa que ahora no me pasa.

juanan: Me identifico contigo en parte. Nunca he sido del todo vegetariana pero mis gustos siempre se han inclinado hacia verduras, legumbres, cereales… No llegué a realizar nunca una dieta completamente vegetariana, probablemente porque la salud no me lo permitió. Antes del diagnóstico de celiaquía estaba demasiado enferma y después resultaba suficientemente difícil comer bien eliminando el gluten como para eliminar también las proteínas animales.

Mis preferencias vegetarianas han hecho que a lo largo de los años tuviera diferentes “roces” con personas que pretendían, por ejemplo, que me comiera un chuletón que a mí no me apetecía comer. Durante esas conversaciones siempre había defendido alguno de los argumentos clásicos a favor del vegetarianismo, como que las necesidades proteínicas se pueden cubrir simplemente consumiendo legumbres y cereales o que nuestras necesidades de ácidos grasos Omega 3 quedan cubiertas consumiendo sólo vegetales como nueces o aceite de linaza. La experiencia primero y la información de la que ahora dispongo después me han enseñado que eso, en la práctica, resulta no ser cierto del todo cierto.

Por lo que respecta a las proteínas, si bien es verdad que los cereales y las legumbres combinados pueden llegar a aportar teóricamente todos los aminoácidos esenciales, la asimilación de estos aminoácidos y del resto de nutrientes contenidos en los alimentos está comprometida por la presencia de “antinutrientes” (lectinas) que impiden su adecuada absorción. Además de que pueden acabar dañando el sistema gastrointestinal y, a la larga, también el inmunitario. Un ejemplo extremo estaría en los celíacos con el gluten pero cada vez está más claro que el gluten sienta mal a muchas personas que no son celiacas. No todos los cereales tienen gluten, pero siguen sin ser la mejor opción desde el punto de vista nutricional. Lo malo de todo esto es que en la mayoría de las dietas vegetarianas se tiende a abusar de los cereales y las legumbres.

En definitiva, pienso que para llevar una dieta vegetariana equilibrada hay que tener en cuenta que es necesario tomar suplementos alimenticios, principalmente vitamina B12 y Omega 3. Y hay que tener mucho cuidado con el abuso de los aceites de semillas ya que puede acentuar el desequilibrio entre ácidos grasos Omega 6 y Omega 3.

Por cierto, ¿por qué no coméis pescado en tu casa? Con el pescado no sólo conseguimos proteínas de alta biodisponibilidad (como con la carne), sino también ácidos grasos Omega 3.

En cuanto al ayuno, ¿has notado que te haga sentir mejor? ¿En la primera comida después del ayuno comes libremente o consumes menos calorías?

Angel y globero: Antes de acabar este largo post no quiero olvidarme de la pirámide nutricional. La pregunta me parece muy interesante y la respuesta no lo es menos, pero será un poco larga. De momento te adelanto que desde hace ya bastante tiempo muchos expertos ponen en duda la validez de dicha pirámide. Y las voces críticas no vienen sólo del entorno de la paleodieta.

globero: Me parece interesante tu teoría sobre la pirámide y las calorías. Resulta un punto de vista diferente pero no es exactamente ése el motivo de las divergencias entre estas "nuevas" dietas saludables y la clásica pirámide alimentaria. Como curiosidad te diré que no creo que ahora yo esté consumiendo menos calorías aunque estén distribuidas de otro modo. Sin embargo sí que he adelgazado y mis digestiones son mucho mejores. En cuanto a los bajones tienen más que ver con la ausencia de azúcares refinados a los que estamos tan acostumbrados que a la disminución de calorías. De hecho, tan pronto como pasan unos pocos días, en mi caso 3 o 4, no hay bajones de ningún tipo.

En cuanto tenga un rato escribiré sobre la pirámide alimentaria.

juan: Me alegro de que la información te haya sido útil. En cuanto a los médicos hay de todo, pero la mayoría no tiene demasiada información sobre nutrición más allá de las cuatro recomendaciones generales sobre cómo hacer una dieta equilibrada baja en calorías y con pocas grasas.

De cualquier modo piensa en la siguiente situación. Una persona con el colesterol alto va a la consulta y se encuentra con un médico interesado en la nutrición y que está al tanto de los estudios científicos que sugieren que quizás la mejor dieta para reducir el colesterol no sea la que tradicionalmente se ha propuesto. No creo que ese médico se atreviera a recomendar algo que no está en los protocolos que debe seguir, que es contrario a las opiniones generalizadas sobre el tema y que además puede ser malinterpretado por el paciente. Se le podría caer el pelo. Cambiar esquemas supone mucho tiempo y no basta con que un solo médico o unos pocos cambien su esquema mental.

Siento alargarme tanto con las respuestas, pero no resulta fácil resumir cuando se trata de llevar la contraria a todo lo que hasta ahora creíamos cierto sobre un tema determinado.

Saludos.
#10820
Correr: Cambio de paradigma

Hola de nuevo.

Hoy haré un resumen de mis inicios con esto del minimalismo en octubre del año pasado.

Comencé a correr en la infancia y adolescencia. Luego las lesiones en las rodillas, las enfermedades y ocupaciones diversas hicieron que dejara de hacerlo de manera contínua. Así pasaron los años. En 2006 volví a ello con más energía. Ese año corrí varias medias maratones y una maratón. Luego enfermé lo que hizo que mi actividad física fuera nula hasta hace 2 años, cuando comencé otra vez a hacer ejercicio, primero caminando y luego corriendo.

Así que volví a correr, sólo que muy poco a poco, partiendo no de cero sino desde aún más abajo. Para que os hagáis una idea durante el tiempo en que estuve enferma un simple paseo de 100 metros me suponía la mayor de las odiseas. La primera consecuencia de la vuelta a la actividad física fue la reaparición de mis antiguas lesiones en las rodillas y la aparición de otras nuevas, principalmente una periostitis tibial en ambas piernas, pero más acentuada en la izquierda. Eso hizo que correr de una manera continuada acabara convirtiéndose en algo muy complicado.

Busqué solución añadiendo amortiguación y tecnología a las zapatillas y cuidados fisioterapéuticos a las piernas. Pensé incluso en que quizás fuese bueno usar zapatillas con algo de control de pronación, a pesar de tener una pisada básicamente neutra; la teoría dice que todos pronamos cuando estamos cansados. Sólo conseguí continuar igual o peor. Finalmente tanto busqué que me topé en internet con el mundo del minimalismo. En un principio me limité a leer con mucho escepticismo, pero sin dejar de pensar que esta “locura” parecía tener cierta lógica.

Después de leer el libro El correr Chi me decidí a tratar de cambiar mi técnica de carrera sin atreverme aún a prescindir de mis hiper-amortiguadas zapatillas. Con ese cambio mejoré algo pero tan pronto como trataba de aumentar la intensidad o la distancia volvía a lesionarme. Luego vino el “adelgazamiento” de mis zapatillas y comencé a correr con las New Balance MT101 y las Saucony Kinvara. Con esas zapatillas corría mejor pero seguía lesionándome. Supongo que se debía a varios motivos; el principal, que mi técnica no era la correcta. Finalmente la periostitis, que ya se había convertido en crónica, me obligó a parar del todo en octubre del 2011. En ese momento me vi obligada no sólo a dejar de correr, sino que ni tan siquiera podía caminar. Ése fue el principio de todo.

Unas semanas después cuando fui capaz de apoyar el pie en el suelo sin sentir dolor volví a pensar en correr, pero ya de un modo diferente. Durante los días en que apenas podía caminar leí más información sobre minimalismo y me decidí a probar algo drástico. Fue el primer día en que salí a la calle sin nada en los pies: ni zapatillas, ni calcetines… Ese día corrí cinco minutos. El segundo quise correr más y me lastimé la piel. Finalmente encontré en una página web (zapatillasminimalistas.net) un plan para correr minimalista partiendo de cero. Era un plan muy suave en el que se comienza por dos minutos de carrera para ir aumentando muy poco a poco. Para mí era perfecto pues tenía que comenzar de cero por fuerza.

Durante 2 meses estuve corriendo únicamente descalza, sin ningún tipo de zapatilla. Luego vino el frío y con él la necesidad de correr algunos días de noche de modo que la probabilidad de acabar pisando algún objeto que pudiera lastimarme los pies aumentó, cosa que de hecho sucedió en más de una ocasión aunque sin consecuencias importantes. Lo cierto es que me decidí a comprar unas zapatillas minimalistas de verdad, en concreto unas ViboBarefoot Evo II. Antes había probado con las New Feel del Decathlon pero me parecen estrechas y no consigo correr relajada con ellas. También lo intenté con las huaraches, pero las tiras de cuero acababan provocándome dolor.

Las zapatillas minimalistas me abrieron un mundo nuevo con cosas positivas y negativas. Me permitieron, por ejemplo, ampliar el minimalismo al resto de mi vida. Así, desde el momento en que me las compré, comencé a llevarlas cada día para todo. Pero por otra parte las zapatillas me permitieron cometer excesos que hubieran sido imposibles si hubiera continuado corriendo sólo descalza.

Lo de llevar calzado minimalista cada día supuso un cambio importante en mi transición. Antes de hacerlo me sentía bien corriendo pero cuando caminaba con calzado normal volvía a sentir dolor en diferentes partes de las piernas y las lesiones parecían revivir. No uso tacones ni zapatos demasiado restrictivos pero comprobé que el poco drop que lleva el calzado de calle hacía que al caminar me resintiera de la periostitis tibial y eso hacía que, a la vez que progresaba corriendo descalza, cada vez me costaba más caminar con mi calzado normal de calle. Por eso cuando tuve unas zapatillas minimalistas que ponerme comencé a usarlas a diario para todo y el resultado fue que caminar dejó de ser una fuente de constantes problemas.

Por otra parte las zapatillas minimalistas me permitieron el acceso a la montaña, cosa que había tenido vetada desde que comenzara a correr descalza. El problema es que eso me hizo cometer algún exceso que, por supuesto, pagué en forma dolor y más lesiones que, aunque esta vez no me impidieron correr, tuve que tener en cuenta.

El aprendizaje es claro: hay que ir muy poco a poco y dejar que sea el cuerpo el que marque los límites. Quizá mi cuerpo sea especialmente lento a la hora de adaptarse, al menos comparado con las historias que he leído de otros compañeros de este foro, pero considero que aún ahora, después de 11 meses, sigo en proceso de transición, aprendiendo cada día y avanzando muy poco a poco tratando de escuchar siempre los avisos que recibo de mis articulaciones, músculos, piernas...

En otro momento hablaré sobre mi adaptación a la dieta paleolítica.
#10946
Pesque escribió:
juanan: Me identifico contigo en parte. Nunca he sido del todo vegetariana pero mis gustos siempre se han inclinado hacia verduras, legumbres, cereales… No llegué a realizar nunca una dieta completamente vegetariana, probablemente porque la salud no me lo permitió. Antes del diagnóstico de celiaquía estaba demasiado enferma y después resultaba suficientemente difícil comer bien eliminando el gluten como para eliminar también las proteínas animales.

Mis preferencias vegetarianas han hecho que a lo largo de los años tuviera diferentes “roces” con personas que pretendían, por ejemplo, que me comiera un chuletón que a mí no me apetecía comer. Durante esas conversaciones siempre había defendido alguno de los argumentos clásicos a favor del vegetarianismo, como que las necesidades proteínicas se pueden cubrir simplemente consumiendo legumbres y cereales o que nuestras necesidades de ácidos grasos Omega 3 quedan cubiertas consumiendo sólo vegetales como nueces o aceite de linaza. La experiencia primero y la información de la que ahora dispongo después me han enseñado que eso, en la práctica, resulta no ser cierto del todo cierto.

Por lo que respecta a las proteínas, si bien es verdad que los cereales y las legumbres combinados pueden llegar a aportar teóricamente todos los aminoácidos esenciales, la asimilación de estos aminoácidos y del resto de nutrientes contenidos en los alimentos está comprometida por la presencia de “antinutrientes” (lectinas) que impiden su adecuada absorción. Además de que pueden acabar dañando el sistema gastrointestinal y, a la larga, también el inmunitario. Un ejemplo extremo estaría en los celíacos con el gluten pero cada vez está más claro que el gluten sienta mal a muchas personas que no son celiacas. No todos los cereales tienen gluten, pero siguen sin ser la mejor opción desde el punto de vista nutricional. Lo malo de todo esto es que en la mayoría de las dietas vegetarianas se tiende a abusar de los cereales y las legumbres.

En definitiva, pienso que para llevar una dieta vegetariana equilibrada hay que tener en cuenta que es necesario tomar suplementos alimenticios, principalmente vitamina B12 y Omega 3. Y hay que tener mucho cuidado con el abuso de los aceites de semillas ya que puede acentuar el desequilibrio entre ácidos grasos Omega 6 y Omega 3.

Por cierto, ¿por qué no coméis pescado en tu casa? Con el pescado no sólo conseguimos proteínas de alta biodisponibilidad (como con la carne), sino también ácidos grasos Omega 3.

En cuanto al ayuno, ¿has notado que te haga sentir mejor? ¿En la primera comida después del ayuno comes libremente o consumes menos calorías?

Saludos.
Hola Pesque, en casa no comemos, apenas, pescado porque no nos gusta en exceso.. lo comíamos por "obligación", lenguado, merluza, atún, etc.. pero ahora, aun más, nos estamos quitando los peces grandes por lo de las cantidades mercurio y desechos que ingieren y que pasan a nuestro organismo. Yo, sobre todo, me estoy volviendo loco con el temas de los E-XXX de los alimentos.. http://aditivos-alimentarios.blogspot.com.es/ soy asmático y muchos de los aditivos que nos meten en los alimentos provocan asma.. así que "por si las moscas" los evito a toda costa, sobre todo por el bien de mis hijos.

Sobre el ayuno, la semana pasada comencé uno, que en un principio iba a ser de 48h, pero al final se convirtieron en 24h y fue por la necesidad y el ansia de salir a correr.. jejeje.. me tocaban o series o salida larga (al final opté por ésta e hice 19km) y no quería ir bajo en energía. Suelo a salir a correr de madrugada en ayunas y cuando he hecho alguna salida de más de 17km en ayunas, he pegado un bajón brutal a partir del km 17.. y ya os digo que no mola esa sensación de vacío y pesadez.. Bueno, el ayuno lo hice porque me sentía "sucio" por dentro.. y opté por lo radical.

Lo peor del ayuno son las primeras 12 horas.. pasas un hambre salvaje.. luego a partir de las 24h ni te acuerdas que tenías hambre y las siguientes 24h haces vida normal. ¿Si me siento mejor? no lo sé.. durante el ayuno te notas flojo (si trabajas y te levantas temprano, no paras, etc.. estás choff) ¿luego?, como luego ya ni te acuerdas tampoco he buscado sensaciones al ayunar.. la próxima vez a ver. Y cuando vuelvo a comer lo hago con total naturalidad, como si hubiese hecho el resto de comidas..

Espero haberte resuelto las dudad. Saludos!
#11011
Muy interesante tu historia, Pesque. Lo que nos une a ti en la misma a todos los del foro es ese afán de búsqueda de soluciones a través de los diferentes caminos del minimalismo. Creo que lo bonito de tu historia es que denota ilusión por encontrar la vía para poder seguir corriendo que es lo que nos llama a todos y evidentemente la has encontrado. Otra cosa es el ritmo de adaptación, cada uno ha de encontrar el suyo. A mí lo que me parece es que sea cual se ese ritmo, la oportunidad de aprender sobre nuestro cuerpo y sobre nosotros mismos que nos aporta la transición es un tesoro en sí mismo, por eso no hay que tener prisa ni agobiarse por la lentitud o las vueltas a atrás, en sí es un disfrute :D
#11112
Hola otra vez.
(...)en casa no comemos, apenas, pescado porque no nos gusta en exceso.. lo comíamos por "obligación", lenguado, merluza, atún, etc.. pero ahora, aun más, nos estamos quitando los peces grandes por lo de las cantidades mercurio y desechos que ingieren y que pasan a nuestro organismo. Yo, sobre todo, me estoy volviendo loco con el temas de los E-XXX de los alimentos.. http://aditivos-alimentarios.blogspot.com.es/ soy asmático y muchos de los aditivos que nos meten en los alimentos provocan asma.. así que "por si las moscas" los evito a toda costa, sobre todo por el bien de mis hijos.
juanan, tienes razón con lo de los peces grandes, por eso hay que limitar el consumo de algunos tipos de pescado. Sin embargo creo que sigue siendo importante asegurar el aporte de la suficiente cantidad de ácidos grasos omega 3 y eso, renunciando al pescado, es complicado. Por otra parte la carne procedente de animales de cría intensiva también tiene muchos tóxicos que sobre todo se almacenan en el tejido graso del animal. En definitiva a veces resulta complicado encontrar un equilibrio entre la salud y la adecuada ingesta de nutrientes. He mirado la página web que comentas y me ha parecido muy interesante. Por lo que he leído los asmáticos que hacen paleodieta suele mejorar sus síntomas, quizás se deba a la ausencia de alimentos procesados lo que reduce mucho el consumo de aditivos alimentarios. Yo no lo he experimentado personalmente pues no soy asmática.

En cuanto al ayuno te pregunté por curiosidad, yo he probado el intermittent fasting (ayuno intermitente) pero no durante periodos tan largos como los que tú relatas. Resulta extraño que la sensación de hambre sea más intensa al principio, pero supongo que el cuerpo acaba por acostumbrarse. Gracias por responder a mis dudas con tanto detalle.

evoción, de eso se trata: aprender de nosotros mismos, de los demás y poder seguir corriendo y disfrutando con ello.

Saludos.
#11113
Experimentando: Entreno en ayunas y migraña

Este fin de semana he llevado a cabo un experimento que involucra entrenamiento, alimentación y dolor de cabeza.

Antecedentes

Padezco dolores de cabeza de tipo migrañoso desde pequeña. A lo largo de los años he tenido épocas mejores y peores, me han visitado diferentes neurólogos y me he sometido a diversos tratamientos farmacológicos, todos ellos sin resultado y algunos con indeseables efectos secundarios. El dolor habitualmente no responde a ningún tipo de analgésico, ni general (AINEs) ni específico (triptanes), por lo que hace algún tiempo decidí que no me merecía la pena tomar ningún medicamento para el dolor.

Desde hace unos meses mis ataques de migraña son menos frecuentes y, curiosamente, esto ha coincidido con el cambio de dieta. Puede que se trate de una simple coincidencia, aunque yo no lo creo. El tiempo dirá si la situación se prolonga. Sin embargo, este fin de semana he tenido uno de esos ataques de migraña de los que hacía tiempo no era víctima. El dolor se prolongó del viernes al domingo y, en esta ocasión, decidí probar algo diferente.

Fundamentación

Hace un tiempo me llegó información sobre el tratamiento de la epilepsia con dietas de tipo cetogénico. Parece ser que a principios del siglo XX era un tratamiento recomendado y en la actualidad se han realizado varios estudios con buenos resultados en pacientes con epilepsia que no respondían a ningún tratamiento farmacológico.

Por otro lado, algunos tratamientos para la migraña consisten en administrar medicación inicialmente pensada para la epilepsia como, por ejemplo, el valproato sódico. Los científicos no saben exactamente por qué estos medicamentos funcionan, al menos en algunas personas, contra la migraña pero dada la asociación entre la ingesta del medicamento y la disminución de los episodios migrañosos se han convertido en una opción terapéutica.

Basándome en esta asociación entre migraña y epilepsia pensé que podría hacer un experimento usando dieta y ejercicio para tratar de llegar a entrar en cetosis y así conseguir alguna mejora en el ataque de migraña de este fin de semana.

Experimento

La idea era forzar una situación de cetosis moderada mediante el ejercicio en ayunas. Como ya llevo un tiempo con la dieta paleolítica y he hecho algunos entrenamientos en ayunas pensé que no sería un gran problema para mi organismo. En el peor de los casos acabaría cansada y con el mismo dolor de cabeza. Así que hice lo siguiente:
  • Mi última comida del sábado acabó a las 18:00 horas. Esa comida no contuvo carbohidratos de absorción rápida y sí que hubo verduras pero no frutas.
  • El domingo por la mañana fui a correr en ayunas. Hice 9,5 Km suaves con tres series intercaladas de 1 Km más rápido. En las dos primeras series fui a un ritmo de 5:15 el Km, ritmo que para mí es muy rápido. En la última traté de ir algo más rápido y me salió un ritmo de 4:45 el Km. Sorprendentemente me sentí con mucha energía mientras corría y el dolor de cabeza disminuyó, aunque no desapareció.
  • Cuando acabé de correr me duché, estiré y prolongué un rato más el momento de la comida.
  • Finalmente comí a las 13:00 horas. Suelo beber zumo y comer fruta después de correr pero esta vez evité esos alimentos. No fue un esfuerzo hacerlo ya que pensar en comida dulce me producía rechazo.
  • La comida consistió en un puñado de anacardos crudos, un plato de sopa de verduras (calabaza, nabo, pimiento verde y puerro, creo recordar) y atún al horno con espinacas y champiñones.
  • El resultado fue que el dolor de cabeza disminuyó a lo largo del día. Por la noche ya estaba mucho mejor y entonces sí que me apeteció tomar algo de fruta, cosa que hice (pasas y nueces).
Al día siguiente el dolor había desaparecido del todo.

Conclusión

No se pueden sacar conclusiones generales de mi experiencia pero para mí es un buen comienzo para seguir aprendiendo sobre el mejor modo de tratarme las migrañas.

Es posible que el dolor se hubiese marchado igualmente aún sin correr en ayunas pero tengo mis dudas. Tal y como me dolía y basándome en experiencias pasadas lo habitual hubiese sido que el dolor hubiese permanecido un mínimo de 2 días más, algo que no sucedió.

Una cosa que sí comprobé es que correr en ayunas (19 horas) no afectó de manera significativa a mi rendimiento físico ni mental a pesar de lo que se suele leer sobre los tan temidos bajones de azúcar. Al contrario, me sentía llena de vitalidad. Pero soy consciente de que se trata de una percepción subjetiva.

No pretendo llevar una dieta cetogénica, de hecho en la dieta paleolítica se toman muchos carbohidratos aunque de absorción lenta (verduras y frutas), pero creo que el intermittent fasting (ayuno intermitente) combinado con ejercicio puede aportarme beneficios no sólo en el rendimiento sino también en el control de las migrañas.
#11225
Me encanta este tema. Hace años que practico lo qe ahora se llama "intermitent fast...." o lo que sea... porque para mi, no deja de ser otra cosa que ayunar _mejor dicho, comer CUANDO TE APETECE. Lo digo porque hace tiempo me di cuenta de que comia sin ganas cada 3 horas. Es más, engullía, lo que no me venía nada bien.

Lo que hice es lo que recomiendo a todo el mundo: experimentar. El cuerpo es duro y lo aguanta todo. Es más, lo agradece, porque se pone alerta.

Atrás quedan los comentarios y las criticas fundamentadas en criterios médicos como "toda la vida ha sido así" o "hay que comer 5 veces al día" ó "las grasas son malas"

Todavia se sorprenden de como SIGO perdiendo peso comiendo panceta frita, pero sobre todo, como GANO en salud y vitalidad. Hago más deporte que nunca y estoy activo, agil, vital y alerta. Y cuando tengo que comer por obligacion comida NO-Paleo, lo noto. Digenstiones pesadas, dolor de cabeza, pesadez, cansancio..

Estoy intentando recopilar mis experiencias de todos estos años para que le sen utiles a cualquiera, pero desde una perspectiva práctica y no muy cientifica, que para eso ya hay muchas webs. Pero en definitiva, mi cambio de estio de vida _que no dietetetico_ ha diso dejar el azucar (eso te quita casi un 40% de comida actual) y los cereales, porque nuestras necesidades energeticas no son las mismas que hace 40 años, donde la piramide se basaba en la energia para trabajar en el campo.

En fin, os iré contando, pero mi enhorabuena a todos por el cambio de vida. SIn radicalismos (porque no hay que ser estrictos en NADA en la vida) pero con convicción, porque cada vez somos más los "cavernicolas" que disfrutamos de una mejor calidad de vida.
#11231
Pues me alegro que te hay ido tan bien y que hayas mejorado de tus migrañas.
Indudablemente lo mejor es lo que le funciona a uno.
Coincido con Bisagraman en que yo también como si tengo hambre y si el cuerpo no pide es que no necesita.
Luego estará el tema de comer mas o menos "sano", termino que se da a varias interpretaciones, y como lo asimile cada uno.
Por ejemplo, mi suegra está la pobre mujer a dieta por que la va subiendo el azucar y el colesterol, se hace los últimos analisis después de pasar hambre todo el verano y le suben las dos cosas.
Yo si entreno fuerte por la tarde, calidad en pista o similar, por la noche mi bocata, panceta o chorizo frito no hay quien me lo quite (con una ensalada por meter algo verde)
Por las mañanas entrene suave o fuete no desayuno, me tomo un café solo (sin azucar que se estropea) paso por el servicio para correr con menos peso y a rodar. Hasta ahora no he desafallecido nunca.
Y si lo que tengo es competición, un par de güisquis (bourbon también vale) con hielo la noche antes. Dicen que es vasodilatador, a mi me va bien. A mi me funciona.

De momento ni colesterol, azucar ni similar.