Correr Descalzos

Peluko escribió:Buenas.

Hace unas semanas un buen sábado me apetecía correr descalzo. Y aunque hacía bastante frío así lo hice, una tiradita de 18km por asfalto, carril bici y camino de tierra, con sus buenos sube y baja para aderezar la ruta.
La verdad es que la disfruté.

Los días siguientes me dolía el pie izquierdo, por la zona del 4o metatarso. Tanto que tenía que cojear un poco. Pensé que me había hecho daño, que los km acumulados de la preparación para la maratón al final habían pasado factura. Pero era un dolor raro, algo que no conseguía identificar. Descansé unos días y la cosa mejoró así que pasé de ir a un especialista, aunque conforme disminuía el dolor me estaba apareciendo un picor extraño en la zona, de los que a veces te arrancarías la piel. Pero bueno, no le di más importancia. Ya esta semana estaba mosqueado porque no se acaba de ir el picor y me he dado cuenta que tengo la zona endurecida y con dolor a la presión. Así que un viejo recuerdo apareció en mi memoria: SABAÑONES!!!! De niño los tuve alguna vez por abusar de jugar con agua en pleno invierno, pero hacía muchos años que no sabía nada de ellos.


¿ has provado a echarte ajo al acabar de correr ?
Por lo que he leído, los sabañones se producen por una respuesta desmedida ante el frío. Cuando hace frío, los capilares de las extremidades se contraen, y si lo hacen demasiado pueden dejar zonas sin circulación sanguínea suficiente. En teoría al correr descalzo se debería activar la circulación en la zona, por lo que no sería problema. Otra cosa sería el estar un rato parado descalzo esperando. La verdad es que no sé si ese día estuve parado un rato (a veces estoy un rato seleccionando la música que voy a poner en la sesión antes de comenzar).

Alguno de vosotros los ha sufrido?

Hasta luego.

Juande escribió:Yo tuve esas mismas sensaciones dos días despues de correr 40 minutos descalzo (no tanto como tú) y no pensé en sabañones, pensé en hongos......pero una observación exahustiva en la zona por parte de mi chica, descubrió un puntito en la zona central que me molestaba. Cogió una lupa y era que tenía un cristal minúsculo incustrado, que me quitó con unas pinzas (menos mal que tiene buena vista) y desaparecieron las molestias.
Esas sensaciones en mi caso, eran los 'fenómenos fisiológicos' que mi pié inició para expulsar a ese intruso extraño.
No sé si pudiera ser tu caso, pero como te digo, los síntomas míos eran idénticos a los tuyos.