Buenas, perdonad que intervenga pero creo que soy otra víctima de buscar prematuramente el suelo, de hecho, ahora mismo estoy descansando un par de días (y por lo menos otros dos que me quedan) por molestias en los tendones de los dedos centrales del pie derecho. Yo, a diferencia de lomu77, creo que si busco el suelo y en la próxima salida voy a intentar centrarme en "levantar el pie antes del apoyo" como dice Ken Bob.
Lomu77, Ken Bob (como me repito, jeje, pero es que me está encantando el libro) habla del efecto "ventosa" al pisar con el pie plano (al mismo tiempo con el metatarso y el talón):
"Piensa en un desatascador o una ventosa sobre una superficie lisa. Todos los bordes de la ventosa están en contacto con la superficie simultaneamente. Cuando se aplica presión, los bordes deslizan hacia fuera.
Intenta este experimento con la palma de tu mano sobre la superficie de una mesa: arquea tu mano como una ventosa. Cuando pones tu mano arqueada sobre la superficie de la mesa, la yema de los dedos y el "talón" de tu palma estarán en contacto con la superficie. Ahora, manteniendo el contacto, aplana tu mano, y notarás tus dedos avanzando en una dirección, mientras que el "talón" de tu palma desliza en la dirección contraria.
Tu pie desnudo, construido sobre un arco que conecta la bola del pie y el talón está diseñado para aplanarse como un muelle para absorber el impacto (una increíble característica que el soporte para el arco de las zapatillas de running impiden), también se desliza como una ventosa, sobre la carretera. La bola del pie se mueve horizontalmente separándose del talón; es como si estuvieras lijando tus plantas contra el asfalto. No solo es un uso ineficiente de tu arco-muelle, el cuál funciona mejor cuando aterrizas con la bola del pie primero, sino que también es casi seguro la causa de ampollas si corres suficientemente lejos.
Una pequeña fricción no es un problema para unos pocos pasos, quizás incluso unas pocas millas para alguien con las suelas endurecidas.
[...] el problema no es el kilometraje, sino el aterrizaje. Yo solucioné mi problema de exceso de desgaste unos años atrás cambiando mi técnica.
Recuerda evitar el efecto "ventosa" usando la secuencia 1-2-3: primero la bola del pie, después el talón o los dedos.
[...] Hay un pequeño arco entre los dedos y la bola del pie. A diferencia del arco entre el talón y la bola del pie, el pequeño arco detrás de nuestros dedos no está realmente diseñado, ni está en el lugar correcto, para absorber el impacto. Pero presenta un problema casi idéntico al aterrizaje simultáneo "bola del pie-talón", en el que los dedos y la bola del pie deslizan en direcciones opuestas si aterrizan al mismo tiempo, creando fricción que puede llevar a causar ampollas.
Curvar tus dedos hacia arriba suavemente, no carga el arco, estira la piel entre los dedos y la bola del pie y evita que deslicen en direcciones opuestas. [...]"
Básicamente entiendo que tu problema puede ser que apoyas la bola del pie y la punta de los dedos al mismo tiempo produciendose el efecto ventosa y generando una pequeña fricción que hace que te salgan esas ampollas.
Espero que la traducción haya quedado suficientemente clara
Un saludo.