- 18 Mar 2013, 13:23
#16312

Tras un tiempo haciendo salidas descalzas, me empieza a sobrar cualquier milímetro de suela que pueda ser prescindible. Así que en la búsqueda de la mayor sensibilidad posible ( e inspirado en parte por los videos de Kuprica…) decidí darles una nueva oportunidad a mis Merrell Trail, que después de haberles echado kilómetros y kilómetros ya tenía casi jubiladas… De esta guisa, me fui a ver a mi buen podólogo de http://www.clinicaaljamar.es , le pedí prestado el torno de pulir plantillas y le metí mano a la goma Vibram de mis Merrell.

El resultado es, que de la estupenda goma Vibram TC1 he dejado apenas tres milímetros de espesor y la respuesta ahora al correr es impresionante. Como la densidad de la goma es igual en todo su grosor, la zapatilla mantiene toda su consistencia, pero, ese mínimo grosor es lo justo para sentir perfectamente la gravilla del terreno, las rugosidades del asfalto o la textura de la tierra sin que me provoque la mínima fricción. Evidentemente no es lo mismo que correr descalzo, pero “salvando las distancias” me resulta casi igual de placentero a la vez que me puedo olvidar del frio, cristalillos, rozaduras y demás “cosillas” que al correr descalzos nos obligan a hacer menos kilómetros de los que quisiéramos… Ya se que hay huaraches y fivefinger que dan similar resultado y experiencia, pero es que me había acostumbrado a la horma y el efecto guante de mis Merrell… es más, ahora aplico la técnica de forma mucho más natural que antes de pulirlas…
He salvado del torno ese extremo tan característico de la puntera, con intención de ganar mayor estabilidad al subir alguna cuesta. Obviamente no las podré utilizar con barro…, pero sorprendentemente, la goma no ha perdido nada de adherencia a pesar de la ausencia de tacos y se comporta perfectamente al subir, bajar e incluso en el carril bici con lluvia…
En fin… si alguien se anima le pulo las suyas…

Tras un tiempo haciendo salidas descalzas, me empieza a sobrar cualquier milímetro de suela que pueda ser prescindible. Así que en la búsqueda de la mayor sensibilidad posible ( e inspirado en parte por los videos de Kuprica…) decidí darles una nueva oportunidad a mis Merrell Trail, que después de haberles echado kilómetros y kilómetros ya tenía casi jubiladas… De esta guisa, me fui a ver a mi buen podólogo de http://www.clinicaaljamar.es , le pedí prestado el torno de pulir plantillas y le metí mano a la goma Vibram de mis Merrell.

El resultado es, que de la estupenda goma Vibram TC1 he dejado apenas tres milímetros de espesor y la respuesta ahora al correr es impresionante. Como la densidad de la goma es igual en todo su grosor, la zapatilla mantiene toda su consistencia, pero, ese mínimo grosor es lo justo para sentir perfectamente la gravilla del terreno, las rugosidades del asfalto o la textura de la tierra sin que me provoque la mínima fricción. Evidentemente no es lo mismo que correr descalzo, pero “salvando las distancias” me resulta casi igual de placentero a la vez que me puedo olvidar del frio, cristalillos, rozaduras y demás “cosillas” que al correr descalzos nos obligan a hacer menos kilómetros de los que quisiéramos… Ya se que hay huaraches y fivefinger que dan similar resultado y experiencia, pero es que me había acostumbrado a la horma y el efecto guante de mis Merrell… es más, ahora aplico la técnica de forma mucho más natural que antes de pulirlas…
He salvado del torno ese extremo tan característico de la puntera, con intención de ganar mayor estabilidad al subir alguna cuesta. Obviamente no las podré utilizar con barro…, pero sorprendentemente, la goma no ha perdido nada de adherencia a pesar de la ausencia de tacos y se comporta perfectamente al subir, bajar e incluso en el carril bici con lluvia…
En fin… si alguien se anima le pulo las suyas…
http://www.facebook.com/MonkeysRunning
amamos la montaña y correr por ella.
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