Me presento, y pido consejo
Publicado: 29 Nov 2015, 12:12
Hola a todxs. Uno más que se intenta pasar a esta bendita locura del minimalismo. Después de mucho leer , los argumentos del descalcismo me han convencido. Me he pillado unas Merrell Glove, y a ello.
Pero antes, un poco sobre mi. Soy un corredor maduro
, de forma mediocre (1:50 medio maratón), atípico (no soporto las carreras organizadas
), con casi todos los achaques propios de esto de correr, y de los años: fascitis plantar y espolón, ya conozco mi piramidal y mi psoas ilíaco, incluso mi trocánter; mala cosa, dado que la mayor parte de la Humanidad no es siquiera consciente de tener semejantes cosas en sus adentros.
¿Porqué corro si no me gusta y me duele? Pues porque, en el fondo, sí me gusta (se me ha olvidado añadir que si algo caracteriza mi personalidad, es la contradicción). Lo mío es el monte (soy esquiador de travesía desde hace años), y correr fue en principio la manera más accesible de mejorar mi forma.
Al cabo de los años se ha convertido en un entretenimiento-entrenamiento, en una forma de relacionarme con gente con la que disfruto de muy buenos ratos, de sanos piques y risas sudorosas, ... aunque sea el raro que prepara las populares pero luego no las corre.
Últimamente dedico casi todo el tiempo de carrera a la montaña, en donde disfruto como un niño.
Bien. Por comentarios de un par de amigos empecé hace cosa de seis meses a prepararme la transición. Camino descalzo siempre que puedo, uso bambas en verano, zapatos VivoBarefoot en invierno. Hago ejercicios de fortalecimiento, friego a la pata coja, cocino sobre una superficie inestable. Hago series de saltitos, y estiramientos, pilates y reformer.
En septiembre hago la primera cagada. Quedo un día con una amiga minimalista en transición para alternar minutos de correr con minutos de caminar, e intercambiar experiencias. Pero aparece un colega amortiguado a que no veía hace mucho, y nos liamos a charlar, corriendo más de una hora, unos doce kilómetros. Terminé muy bien, ... pero al día siguiente
No podía levantarme de la cama. El dolor de los gemelos era difícil de describir. Necesitaba apoyo para bajar escaleras, casi no llego al trabajo. También empezó a dolerme el talón de Aquiles derecho.
Fisio, descanso de semanas, y vuelta a empezar, pero esta vez más cauto. Me centré mucho más en el día a día, y fui notando esos cambios de los que todos hablan: a sentir el pie más fuerte, incluso más ancho, más conciencia de la forma de pisar, la costumbre de pisar suelo, ... Además he ido al monte a andar con zapatillas minimalistas. Salidas de tres o cuatro horas sin problemas.
Así el otro día me animé a probar de nuevo, después de tres meses de parón. 20 minutos de trote. Máxima concentración en la forma de pisar, 180 zancadas por minuto con metrónomo, ... Todo bien. Pero al día siguiente (ayer), un horror. Tengo el talón dolorido, cojeo más que a un amigo al que le acaban de poner una prótesis de cadera. Ayer me dejó su muleta un rato
, no es coña.
No sé cómo afrontar esto. Mi fisio me recomienda el minimalismo. Yo noto mejorías, sobre todo en la fascia planta y en el trocánter. Todo me convence, menos la práctica. Si cada vez que salgo a probar me tengo que quedar un mes en el dique seco, mal negocio hago.
¿Alguien puede ayudar a este desesperado barefootista frustrado? Cualquier consejo será bien recibido. Y gracias de antemano al que haya llegado hasta aquí.
Saludos minimales.
Pero antes, un poco sobre mi. Soy un corredor maduro


¿Porqué corro si no me gusta y me duele? Pues porque, en el fondo, sí me gusta (se me ha olvidado añadir que si algo caracteriza mi personalidad, es la contradicción). Lo mío es el monte (soy esquiador de travesía desde hace años), y correr fue en principio la manera más accesible de mejorar mi forma.
Al cabo de los años se ha convertido en un entretenimiento-entrenamiento, en una forma de relacionarme con gente con la que disfruto de muy buenos ratos, de sanos piques y risas sudorosas, ... aunque sea el raro que prepara las populares pero luego no las corre.
Últimamente dedico casi todo el tiempo de carrera a la montaña, en donde disfruto como un niño.
Bien. Por comentarios de un par de amigos empecé hace cosa de seis meses a prepararme la transición. Camino descalzo siempre que puedo, uso bambas en verano, zapatos VivoBarefoot en invierno. Hago ejercicios de fortalecimiento, friego a la pata coja, cocino sobre una superficie inestable. Hago series de saltitos, y estiramientos, pilates y reformer.
En septiembre hago la primera cagada. Quedo un día con una amiga minimalista en transición para alternar minutos de correr con minutos de caminar, e intercambiar experiencias. Pero aparece un colega amortiguado a que no veía hace mucho, y nos liamos a charlar, corriendo más de una hora, unos doce kilómetros. Terminé muy bien, ... pero al día siguiente

Fisio, descanso de semanas, y vuelta a empezar, pero esta vez más cauto. Me centré mucho más en el día a día, y fui notando esos cambios de los que todos hablan: a sentir el pie más fuerte, incluso más ancho, más conciencia de la forma de pisar, la costumbre de pisar suelo, ... Además he ido al monte a andar con zapatillas minimalistas. Salidas de tres o cuatro horas sin problemas.
Así el otro día me animé a probar de nuevo, después de tres meses de parón. 20 minutos de trote. Máxima concentración en la forma de pisar, 180 zancadas por minuto con metrónomo, ... Todo bien. Pero al día siguiente (ayer), un horror. Tengo el talón dolorido, cojeo más que a un amigo al que le acaban de poner una prótesis de cadera. Ayer me dejó su muleta un rato

No sé cómo afrontar esto. Mi fisio me recomienda el minimalismo. Yo noto mejorías, sobre todo en la fascia planta y en el trocánter. Todo me convence, menos la práctica. Si cada vez que salgo a probar me tengo que quedar un mes en el dique seco, mal negocio hago.
¿Alguien puede ayudar a este desesperado barefootista frustrado? Cualquier consejo será bien recibido. Y gracias de antemano al que haya llegado hasta aquí.
Saludos minimales.