Kaixo
Publicado: 10 Nov 2014, 13:16
Kaixo, hola.
Aunque ya he escrito un mensaje antes, me presento formalmente: Tengo 40 años, soy de Donostia/San Sebastián y empecé a correr de forma continuada hace unos 10 años, 45 minutillos una o dos veces por semana. Hasta que hace 8 años me animé a correr la Behobia, con lo cual tuve que incrementar la frecuencia y duración de los entrenos. De todas formas, no lo hice sufientemente bien y aunque acabé la carrera en un digno tiempo de 1 hora y 37 minutos, juré que no volvería a correrla más ya que en los últimos kilometros sufrí como un perro.
Pero claro, todos los años ves pasar la carrera delante de la puerta de casa, te entra la envidia y te olvidas del sufrimiento pasado, así que hace dos años decidí correrla de nuevo, entrenando mejor esta vez. Hice un tiempo de 1 hora y 29 minutos, acabé muy contento y aquí es donde empieza mi relación con el minimalismo. Se me ocurrió que una forma de mejorar mi marca era mejorando la técnica de carrera, de la cual no me había preocupado hasta entonces, y cuando empiezas a estudiar la técnica de carrera ya sabéis todos vosotros a dónde nos lleva eso.
Así que me compré unas Newfeel y empecé a alternarlas con mis zapatillas de siempre. La transición fue tranquilita, con los típicos dolores en los gemelos al principio pero para la siguiente Behobia (la del año pasado) ya era capaz de correr los 20km con las Newfeel sin mayores problemas. De todas formas, no me atreví porque cuando hacía una tirada larga, acababa con las plantas de los pies algo doloridas (ahora me río de aquello). El año pasado, por culpa del viento, el tiempo que hice fue 1 hora y 34 minutos y al ver unas fotos en las que se veía mi pierna de apoyo completamente estirada y talonando horriblemente, decidí que me iba a poner en serio con las Newfeel. Así lo hice y en marzo me propuse correr la Behobia descalzo tras llevar varios meses muy a gusto con las Newfeel. Empecé poco a poco, aunque los dos primeros meses acababa siempre con ampollas (o sea que igual no empecé tan poco a poco), pero con una satisfacción inmensa ya que notaba que tras cada sesión las ampollas eran menores y yo aguantaba más tiempo y mas distancia corriendo desclazo. Además, sólo corría los martes y los sábados y el resto de los días estaba deseando que llegara el momento de salir a correr descalzo. Aunque me he pasado muchos meses con los pies doloridos todos los días, insisto en que cada día me he ido encontrando mejor, más a gusto, más fuerte y ayer, por fin corrí mi primera carrera descalzo, la Behobia-San Sebastián. El día que salió, contra todo pronóstico, fue espectacular para correr: nada de viento ni lluvia y unos 13º-15º. Yo desde luego disfruté como nunca, no tuve ningún problema con los pies y acabé en 1 hora y 27 minutos.
El año que viene, ya veremos.
Aunque ya he escrito un mensaje antes, me presento formalmente: Tengo 40 años, soy de Donostia/San Sebastián y empecé a correr de forma continuada hace unos 10 años, 45 minutillos una o dos veces por semana. Hasta que hace 8 años me animé a correr la Behobia, con lo cual tuve que incrementar la frecuencia y duración de los entrenos. De todas formas, no lo hice sufientemente bien y aunque acabé la carrera en un digno tiempo de 1 hora y 37 minutos, juré que no volvería a correrla más ya que en los últimos kilometros sufrí como un perro.
Pero claro, todos los años ves pasar la carrera delante de la puerta de casa, te entra la envidia y te olvidas del sufrimiento pasado, así que hace dos años decidí correrla de nuevo, entrenando mejor esta vez. Hice un tiempo de 1 hora y 29 minutos, acabé muy contento y aquí es donde empieza mi relación con el minimalismo. Se me ocurrió que una forma de mejorar mi marca era mejorando la técnica de carrera, de la cual no me había preocupado hasta entonces, y cuando empiezas a estudiar la técnica de carrera ya sabéis todos vosotros a dónde nos lleva eso.
Así que me compré unas Newfeel y empecé a alternarlas con mis zapatillas de siempre. La transición fue tranquilita, con los típicos dolores en los gemelos al principio pero para la siguiente Behobia (la del año pasado) ya era capaz de correr los 20km con las Newfeel sin mayores problemas. De todas formas, no me atreví porque cuando hacía una tirada larga, acababa con las plantas de los pies algo doloridas (ahora me río de aquello). El año pasado, por culpa del viento, el tiempo que hice fue 1 hora y 34 minutos y al ver unas fotos en las que se veía mi pierna de apoyo completamente estirada y talonando horriblemente, decidí que me iba a poner en serio con las Newfeel. Así lo hice y en marzo me propuse correr la Behobia descalzo tras llevar varios meses muy a gusto con las Newfeel. Empecé poco a poco, aunque los dos primeros meses acababa siempre con ampollas (o sea que igual no empecé tan poco a poco), pero con una satisfacción inmensa ya que notaba que tras cada sesión las ampollas eran menores y yo aguantaba más tiempo y mas distancia corriendo desclazo. Además, sólo corría los martes y los sábados y el resto de los días estaba deseando que llegara el momento de salir a correr descalzo. Aunque me he pasado muchos meses con los pies doloridos todos los días, insisto en que cada día me he ido encontrando mejor, más a gusto, más fuerte y ayer, por fin corrí mi primera carrera descalzo, la Behobia-San Sebastián. El día que salió, contra todo pronóstico, fue espectacular para correr: nada de viento ni lluvia y unos 13º-15º. Yo desde luego disfruté como nunca, no tuve ningún problema con los pies y acabé en 1 hora y 27 minutos.
El año que viene, ya veremos.