- 17 May 2014, 00:23
#25700
Y es que esa es la frase que ultimamente me estan diciendo mis hijas, y es que estoy entusiasmada, encantada, emocionada, flipada, de todo,... con esto de andar-correr descalza, y mi hija desesperada, "ama! que van a pensar que eres pobre!",... Y además de flipada, también lesionada,... 
En fin, llevo cuscuseando en el foro un par de meses, y no he escrito hasta ahora, porque quería probar a hacer las cosas a mi manera, y en fin, que me he desbarrado,... He corrido demasiado y ahora estoy con una pequeña rotura fibrilar en el soleo, aunque me repito EL DOLOR ES INEVITABLE, EL SUFRIMIENTO OPCIONAL, creo que lo he leido por aquí, así que intento no machacarme demasiado por mi cabeza loca y aprender de mis errores.
Me presento: No soy una gran corredora, soy del montón para abajo,… en marcas, y últimamente en kms también,… He corrido 3 behobias-San sebastian y este año quería correr la cuarta, no se cuantos años llevaré corriendo con regularidad, minimo 15, tampoco recuerdo cuando exactamente empece a correr, en la universidad creo que andaba en bici más que corría,… Lo que si tengo claro es que corría porque sí, no como medio para un fin, como mantener la salud, la forma o perder peso (motivación muy extendida entre las mujeres), o incluso para batir marcas o contrincantes, no, corria porque me gustaba y estoy convencida que ha sido gracias a correr que no me volvi loca durante los primeros años de mis gemelas en los cuales lo de dormir era un sueño, curiosa paradoja. Menudos sprints que me pegaba delante de mi casa para soltar la tensión acumulada,... Que me gustara no quiere decir que fuera buena, y así sin grandes ambiciones ni retos, correr ha continuado siendo parte de mi vida. Y después de leer Nacidos para correr,… hasta me han entrado ganas de correr una ultramaratón,…
Y así, con ese inspirador libro, comenzó mi búsqueda, primero por internet, información sobre algo que se llamaba zapatillas minimalistas, por probar me compre unos escaprines de 10 euros a correr de un lado para otro por un prado, luego andar descalza por la calle (ay, que vergüenza). Segui haciendo trayectos a pie andando por la ciudad descalza, había que curtir mis suaves plantas de los pies. Mi hija estaba muy apurada: "Ama, que se van a pensar que eres pobre!" Luego también comencé a correr descalza por la hierba del parque de Miramar, y por ultimo comencé a correr por las aceras. Tengo la suerte de vivir en una ciudad limpísima, las aceras son suaves y es una gozada correr por ellas, eso sí, hay ciertos baldosines, como los de enfrente de la Zurriola, que son impracticables si llueve ¡Resbalan que te matas!!
Correr descalza me ha reconectado con el placer que había perdido, no por lesiones, si no por la pereza de los años y las obligaciones. Después de leerme "De que hablo cuando hablo de correr" de Murakami el 4 de Mayo pensé que si él podía correr todos los día, yo también, y eso hice hasta este domingo 11, cuando al saludar a unos amigos que me llamaban desde el paseo (yo corría por orilla del mar) sentí un pinchazo cuando mi pie derecho se metió en uno de esos charcos hundidos de la orilla. La molestía del día siguiente me ha hecho admitir que me he hecho una pequeña rotara de fibras en el Soleo. Me he lesionado por arrogante, por pensar que podía correr todos los días seguidos, 8 km. el primero, 8 km. el segundo, y 5 kms cada día de los otros 5, a un ritmo abuelilla eso sí, pero descalza y en tan solo un mes de transición. Y creo que también por vergüenza, porque los días de los 5 kilometros han sido por la playa, ese maravilloso lugar donde nadie te mira raro por correr descalzo, y era tan agradable el anonimato que no me di cuenta que le estaba dando mucho trabajo extra a mis musculos. Di de mamar a mis gemelas hasta los tres años y la gente ya me miraba raro entonces,… no me voy a asustar ahora por que la gente me mire raro, algunos coches me piten, y tantisima gente se preocupe por mi integridad física (que te vas a pinchar!!) y mental (pero tú estas loca? Ande vas así?). Pues no me voy a arrugar. Es más, compré unas minimalistas merrell, pensando que no me iba a poner a correr descalza así de pronto, qué vergüenza, pero como las compré por internet y tardaban en llegar, las ganas me pudieron y comence a correr descalza, y oye, que ahora no me apetece ni una pizca embutirme las ligerisimas merrell, aunque me haya tirado para la playa donde el proceso pasa con mayor discrección. Volveré a las aceras!!
Pero voy a aprender la lección, que aunque mi loca cabecita quiera desbarrar y acelerar demasiado el proceso tengo que echar mano al menos común de mis sentidos, mi poco gastado sentido común, y darme tiempo, no pasarme, aunque una vocecita aún sigue diciendome que iba de maravilla y que si no hubiera sido por el exceso de trabajo por la arena y ese despiste saludando,... haré un trato entre la voz de la prudencia y la de las ganas de correr descalza un día, y otro, y otro,...
Lo cierto es que no tengo miedo de pincharme, ni de hacerme daño, mis hijas fueron descalzistas naturales durante sus primeros años, en cuanto salían de la escuela se quitaban los zapatos y eramos una mala influencia para los demás niños. Yo pasaba vergüenza por ello, pero no pensaba que algo que les salía tan instintivo fuera malo. Y cuando la gente de la calle nos decían ¡que se van a cortar! Yo les decía "estadísticamente no, porque ya llevan años andando así y no se han cortado, NUNCA". Quien me iba a decir a mí que 6 años más tarde iba a ser mi hija la que se avergonzara porque yo iba descalza. Lo cierto es que no me molestan en exceso esos redonditos para los ciegos que hay cerca de los pasos de cebra, ni los dibujos de las aceras, aunque la primera vez que pise asfalto me pareció una lija, y las piedrecitas de los parques, ay, ay, las primeras veces y ahora, no es orgásmico pero tampoco molestan demasiado,…
En estos dos meses de intensa emoción e ilusión me he releido Nacidos para Correr, el de Murakami, el de Zatopek, los libros de Kilian Jornet (es la ostia merengada ese chaval) y por último, me acabo de terminar el libro de Emilio Saez Soro "La aventura de correr descalzo" al que descubrí a traves de este foro y los díarios de transición, me lo he leido de tirón y me ha gustado mucho. He pasado de no leer jamás nada sobre correr (un libro sobre correr? qué tontería, si correr ya sé, y las marcas no son mi objetivo,...), a tener una biblioteca. Y me he visto unas cuantas veces el video de Cucuzzela y buscando imagenes motivadoras en femenino, incluso he descubierto que una tal Zola Budd en 1984 ya corrió descalza los 5000 m. en las Olimpiadas, con un maravilloso estilo minimalista.
Creo que estoy hecha para correr descalza, y eso que parece una afirmación presuntuosa, te das cuenta que es la pura realidad, para mí, para ti, para todos,... Y me alegro de no ser la única que lo piensa. Igual que me resulto más facil la lactancia a mis gemelas teniendo el apoyo de madres que pensaban y actuaban como yo, me alegro de haberme encontrado este foro, aunque la mayoría seaís hombres y de esos que corren mucho, lo cual intimida un poco.
Pero bueno, espero cruzarme con muchos de vosotros por el asfalto, y al igual que los motoristas se saludan levantando los dedos, nosotros también acabaremos saludandonos con un reconocimiento de ey, tú también eres de los que disfrutas del contacto directo con la madre tierra, no?
En fin, llevo cuscuseando en el foro un par de meses, y no he escrito hasta ahora, porque quería probar a hacer las cosas a mi manera, y en fin, que me he desbarrado,... He corrido demasiado y ahora estoy con una pequeña rotura fibrilar en el soleo, aunque me repito EL DOLOR ES INEVITABLE, EL SUFRIMIENTO OPCIONAL, creo que lo he leido por aquí, así que intento no machacarme demasiado por mi cabeza loca y aprender de mis errores.Me presento: No soy una gran corredora, soy del montón para abajo,… en marcas, y últimamente en kms también,… He corrido 3 behobias-San sebastian y este año quería correr la cuarta, no se cuantos años llevaré corriendo con regularidad, minimo 15, tampoco recuerdo cuando exactamente empece a correr, en la universidad creo que andaba en bici más que corría,… Lo que si tengo claro es que corría porque sí, no como medio para un fin, como mantener la salud, la forma o perder peso (motivación muy extendida entre las mujeres), o incluso para batir marcas o contrincantes, no, corria porque me gustaba y estoy convencida que ha sido gracias a correr que no me volvi loca durante los primeros años de mis gemelas en los cuales lo de dormir era un sueño, curiosa paradoja. Menudos sprints que me pegaba delante de mi casa para soltar la tensión acumulada,... Que me gustara no quiere decir que fuera buena, y así sin grandes ambiciones ni retos, correr ha continuado siendo parte de mi vida. Y después de leer Nacidos para correr,… hasta me han entrado ganas de correr una ultramaratón,…
Y así, con ese inspirador libro, comenzó mi búsqueda, primero por internet, información sobre algo que se llamaba zapatillas minimalistas, por probar me compre unos escaprines de 10 euros a correr de un lado para otro por un prado, luego andar descalza por la calle (ay, que vergüenza). Segui haciendo trayectos a pie andando por la ciudad descalza, había que curtir mis suaves plantas de los pies. Mi hija estaba muy apurada: "Ama, que se van a pensar que eres pobre!" Luego también comencé a correr descalza por la hierba del parque de Miramar, y por ultimo comencé a correr por las aceras. Tengo la suerte de vivir en una ciudad limpísima, las aceras son suaves y es una gozada correr por ellas, eso sí, hay ciertos baldosines, como los de enfrente de la Zurriola, que son impracticables si llueve ¡Resbalan que te matas!!
Correr descalza me ha reconectado con el placer que había perdido, no por lesiones, si no por la pereza de los años y las obligaciones. Después de leerme "De que hablo cuando hablo de correr" de Murakami el 4 de Mayo pensé que si él podía correr todos los día, yo también, y eso hice hasta este domingo 11, cuando al saludar a unos amigos que me llamaban desde el paseo (yo corría por orilla del mar) sentí un pinchazo cuando mi pie derecho se metió en uno de esos charcos hundidos de la orilla. La molestía del día siguiente me ha hecho admitir que me he hecho una pequeña rotara de fibras en el Soleo. Me he lesionado por arrogante, por pensar que podía correr todos los días seguidos, 8 km. el primero, 8 km. el segundo, y 5 kms cada día de los otros 5, a un ritmo abuelilla eso sí, pero descalza y en tan solo un mes de transición. Y creo que también por vergüenza, porque los días de los 5 kilometros han sido por la playa, ese maravilloso lugar donde nadie te mira raro por correr descalzo, y era tan agradable el anonimato que no me di cuenta que le estaba dando mucho trabajo extra a mis musculos. Di de mamar a mis gemelas hasta los tres años y la gente ya me miraba raro entonces,… no me voy a asustar ahora por que la gente me mire raro, algunos coches me piten, y tantisima gente se preocupe por mi integridad física (que te vas a pinchar!!) y mental (pero tú estas loca? Ande vas así?). Pues no me voy a arrugar. Es más, compré unas minimalistas merrell, pensando que no me iba a poner a correr descalza así de pronto, qué vergüenza, pero como las compré por internet y tardaban en llegar, las ganas me pudieron y comence a correr descalza, y oye, que ahora no me apetece ni una pizca embutirme las ligerisimas merrell, aunque me haya tirado para la playa donde el proceso pasa con mayor discrección. Volveré a las aceras!!
Pero voy a aprender la lección, que aunque mi loca cabecita quiera desbarrar y acelerar demasiado el proceso tengo que echar mano al menos común de mis sentidos, mi poco gastado sentido común, y darme tiempo, no pasarme, aunque una vocecita aún sigue diciendome que iba de maravilla y que si no hubiera sido por el exceso de trabajo por la arena y ese despiste saludando,... haré un trato entre la voz de la prudencia y la de las ganas de correr descalza un día, y otro, y otro,...
Lo cierto es que no tengo miedo de pincharme, ni de hacerme daño, mis hijas fueron descalzistas naturales durante sus primeros años, en cuanto salían de la escuela se quitaban los zapatos y eramos una mala influencia para los demás niños. Yo pasaba vergüenza por ello, pero no pensaba que algo que les salía tan instintivo fuera malo. Y cuando la gente de la calle nos decían ¡que se van a cortar! Yo les decía "estadísticamente no, porque ya llevan años andando así y no se han cortado, NUNCA". Quien me iba a decir a mí que 6 años más tarde iba a ser mi hija la que se avergonzara porque yo iba descalza. Lo cierto es que no me molestan en exceso esos redonditos para los ciegos que hay cerca de los pasos de cebra, ni los dibujos de las aceras, aunque la primera vez que pise asfalto me pareció una lija, y las piedrecitas de los parques, ay, ay, las primeras veces y ahora, no es orgásmico pero tampoco molestan demasiado,…
En estos dos meses de intensa emoción e ilusión me he releido Nacidos para Correr, el de Murakami, el de Zatopek, los libros de Kilian Jornet (es la ostia merengada ese chaval) y por último, me acabo de terminar el libro de Emilio Saez Soro "La aventura de correr descalzo" al que descubrí a traves de este foro y los díarios de transición, me lo he leido de tirón y me ha gustado mucho. He pasado de no leer jamás nada sobre correr (un libro sobre correr? qué tontería, si correr ya sé, y las marcas no son mi objetivo,...), a tener una biblioteca. Y me he visto unas cuantas veces el video de Cucuzzela y buscando imagenes motivadoras en femenino, incluso he descubierto que una tal Zola Budd en 1984 ya corrió descalza los 5000 m. en las Olimpiadas, con un maravilloso estilo minimalista.
Creo que estoy hecha para correr descalza, y eso que parece una afirmación presuntuosa, te das cuenta que es la pura realidad, para mí, para ti, para todos,... Y me alegro de no ser la única que lo piensa. Igual que me resulto más facil la lactancia a mis gemelas teniendo el apoyo de madres que pensaban y actuaban como yo, me alegro de haberme encontrado este foro, aunque la mayoría seaís hombres y de esos que corren mucho, lo cual intimida un poco.
Pero bueno, espero cruzarme con muchos de vosotros por el asfalto, y al igual que los motoristas se saludan levantando los dedos, nosotros también acabaremos saludandonos con un reconocimiento de ey, tú también eres de los que disfrutas del contacto directo con la madre tierra, no?
). Espero la semana que viene volver a correr cual gacela. Un saludo