- 14 May 2012, 19:38
#7666
Hola:
Lo primero es presentarme. Me llamo Miguel y soy un corredor con bastantes años dándole a esto de las piernas. Empecé con 11 años en el equipo de cross del colegio y con alguna que otra interrupción, sigo corriendo a mis 46 tacos.
Siempre he corrido con zapatillas excepto algunas pruebas que hice a mediados de los ochenta, pero no resultaron satisfactorias y volví a calzar mis pies. En aquel entonces no se me ocurrió que correr descalzo implicaba utilizar otra técnica de carrera de la que llevaba. Como podéis imaginar, con tantos años encima, mis pies han pasado desde las típicas zapatillas "La Cadena", pasando por las míticas Karhu Champion (no sé si ahora se considerarían minimalistas) y llegando a calzar no hace muchos meses unas zapatillas tan pesadas como las Puma Complete Velosis 2.
Mi talón de Aquiles ha sido siempre el tendón de Aquiles. He sufrido tendinitis en ambos tendones unas cuantas veces. La última vez en septiembre/octubre de 2009. Debido a esa lesión me recetaron unas plantillas ortopédicas que he utilizado desde entonces y que me han venido de perillas, ya que prácticamente no me he lesionado y las lesiones que he tenido han sido de poca monta. Las plantillas coinciden en el tiempo con empezar a adelgazar (pasé de 76 kg a 67/68), así que no sé muy bien a que factor atribuir mi mejora.
El menor peso y la ausencia de lesiones han conseguido que haya conseguido mejorar mis marcas tanto en 10 km, como en medias maratones o maratones completas. De hecho, creo que en estos momentos me encuentro mejor que nunca, ya que hace unas semanas completé la maratón de Madrid con 3h15, mi mejor marca de siempre.
La primera vez que me planteé lo de correr descalzo fue después de leer el libro A cien millas de Manhattan de Guillermo Fesser. En alguno de los capítulos donde habla de John Raucci y sus curiosas ideas sobre entrenamiento para corredores. Una de las ideas es la de correr descalzo. Pero quizás, la lectura de Nacidos para correr ha hecho que esa idea lejana haya cuajado en mi cabeza.
Alguien se preguntará ¿cómo es posible que habiendo llegado a un estado en el que las lesiones parecen superadas y con una forma atlética buena se pueda plantear dejar atrás las plantillas, las zapatillas, los calcetines largos y lanzarse desde cero a correr descalzo?
Si alguien tienes la respuesta, que me lo diga, porque yo no lo sé. De momento, salí el sábado a andar descalzo por el parque alternando camino de tierra con alguna gravilla y tramos de hierba, andando sobre la tierra y corriendo por la hierba. El primer día hice unos 4 km, de los cuales calculo a ojo que unos 500 metros fueron trotando. El domingo volví a salir e hice 6 km, de los cuales corrí algo más de 2 km. Me parece que me pasé, ya que hoy me molesta un poco el metatarso derecho.
Todavía mis plantas no están acostumbradas porque sufro cuando voy por los caminos de tierra con piedrecillas, pero imagino que poco a poco mejorarán las sensaciones.
Siento mucho haberos castigado con este ladrillo. Habitualmente no suelo ser tan pesado.
Saludos.
Lo primero es presentarme. Me llamo Miguel y soy un corredor con bastantes años dándole a esto de las piernas. Empecé con 11 años en el equipo de cross del colegio y con alguna que otra interrupción, sigo corriendo a mis 46 tacos.
Siempre he corrido con zapatillas excepto algunas pruebas que hice a mediados de los ochenta, pero no resultaron satisfactorias y volví a calzar mis pies. En aquel entonces no se me ocurrió que correr descalzo implicaba utilizar otra técnica de carrera de la que llevaba. Como podéis imaginar, con tantos años encima, mis pies han pasado desde las típicas zapatillas "La Cadena", pasando por las míticas Karhu Champion (no sé si ahora se considerarían minimalistas) y llegando a calzar no hace muchos meses unas zapatillas tan pesadas como las Puma Complete Velosis 2.
Mi talón de Aquiles ha sido siempre el tendón de Aquiles. He sufrido tendinitis en ambos tendones unas cuantas veces. La última vez en septiembre/octubre de 2009. Debido a esa lesión me recetaron unas plantillas ortopédicas que he utilizado desde entonces y que me han venido de perillas, ya que prácticamente no me he lesionado y las lesiones que he tenido han sido de poca monta. Las plantillas coinciden en el tiempo con empezar a adelgazar (pasé de 76 kg a 67/68), así que no sé muy bien a que factor atribuir mi mejora.
El menor peso y la ausencia de lesiones han conseguido que haya conseguido mejorar mis marcas tanto en 10 km, como en medias maratones o maratones completas. De hecho, creo que en estos momentos me encuentro mejor que nunca, ya que hace unas semanas completé la maratón de Madrid con 3h15, mi mejor marca de siempre.
La primera vez que me planteé lo de correr descalzo fue después de leer el libro A cien millas de Manhattan de Guillermo Fesser. En alguno de los capítulos donde habla de John Raucci y sus curiosas ideas sobre entrenamiento para corredores. Una de las ideas es la de correr descalzo. Pero quizás, la lectura de Nacidos para correr ha hecho que esa idea lejana haya cuajado en mi cabeza.
Alguien se preguntará ¿cómo es posible que habiendo llegado a un estado en el que las lesiones parecen superadas y con una forma atlética buena se pueda plantear dejar atrás las plantillas, las zapatillas, los calcetines largos y lanzarse desde cero a correr descalzo?
Si alguien tienes la respuesta, que me lo diga, porque yo no lo sé. De momento, salí el sábado a andar descalzo por el parque alternando camino de tierra con alguna gravilla y tramos de hierba, andando sobre la tierra y corriendo por la hierba. El primer día hice unos 4 km, de los cuales calculo a ojo que unos 500 metros fueron trotando. El domingo volví a salir e hice 6 km, de los cuales corrí algo más de 2 km. Me parece que me pasé, ya que hoy me molesta un poco el metatarso derecho.
Todavía mis plantas no están acostumbradas porque sufro cuando voy por los caminos de tierra con piedrecillas, pero imagino que poco a poco mejorarán las sensaciones.
Siento mucho haberos castigado con este ladrillo. Habitualmente no suelo ser tan pesado.
Saludos.