Media Maratón Marchena-Paradas 2013

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Ayer de nuevo corredores del Trimar y ZaMi hicieron su aparición en una carrera de ruta, la Media Maratón Marchena-Paradas. En este caso la prueba se antojaba dura para los participantes por las condiciones de la misma: 21 kilómetros de asfalto. Una distancia y un terreno no frecuentando por los corredores de este club, o sección del mismo, que anda estableciendo las bases para que la unión sea fructífera e inquebrantable.

Se echó de menos a muchos de ellos, Rafi andaba con molestias y no quiso arriesgar, Ángel está muy tierno aún, Isaac de viaje y Duarte se perdió en los papeleos de la inscripción.

El gran triunfador (moral) fue Titín. Hacía muchos años que no corría una prueba de este tipo y tampoco se preparó de una forma especial para la misma, bueno sí, utilizó el método Titín, un sistema de entrenamiento que lo mismo te da para subir al Mulhacen a toda viela, que para correr una carrera popular con garantías de sacar lo mejor de uno mismo, la versión que todos los corredores buscamos. El Where is the limit? de Josef Afram pero sin tener que desfallecer, abandonar o retirarse en el intento.

Titin disfrutando en meta Media Maraton Marchena-Paradas 2013    Titin y Fernando Media Maraton Marchena-Paradas 2013

Por mi parte,….. lo intenté y el resultado fue una sensación agridulce. La que te queda cuando has dado hasta la última gota de ti mismo, pero sabes que no ha sido suficiente.

Salí intentando controlar, pero las ganas y el otear índios anaranjados en la cercanía avivaron mis piernas hasta un umbral para el que no me encontraba preparado ni mental, ni físicamente. Y digo encontraba, por qué en estos momentos siento las energías renovadas. Poco a poco voy saliendo de la intoxicación holística de los dos últimos años. Lo noto en la templanza del día a día y en la ganas por competir contra mi propia naturaleza. Ya no me vale con tener dibujado una pluma en las zapatillas, necesito volver a sentir aires en los pulmones, vida en las piernas, el viento en la espalda y alas en los pies.

Para concluir, y mientras un equipacion no nos una en sintonía cromática, os dejo lo mejor del día, una foto que ya quedará para los anales de mi -nuestra- pequeña historia.

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