Llevo unos cuantos días en los que he llegado a hacer hasta 3km completamente descalzo, y el resto (hasta una media de 8 y un máximo de 11 km) en mis sandalias de 5mm de espesor; y no sólo esto, sino que he logrado empezar a aprender a hacer bajadas en las rampas de acceso al cauce del Turia, una cosa que me preocupaba, ante mi intención de hacer un trail dentro de poco más de un mes.
Todos estos logros han logrado hacerme creer que con esto del minimalismo/descalcismo, como he superado el ir descalzo "casi" por cualquier sitio, me he convertido en una especie de supermán intocable, al que no le afecta nada de lo que ocurra en el camino
. Sin embargo, todo supermán tiene su kriptonita, y yo la he tenido esta mañana a la vuelta de la esquina.
Con ese aura de superioridad, esta mañana he salido de casa justo después de una tormenta que ha dejado charcos por toda la ciudad, iba confiado, disfrutando de pisar charcos con mis sandalias finas, finitas
, y allá por el km 6 de una ruta planeada de 9, en una zona un poco oscura, me ha llegado la kriptonita en forma de "piedra cagüentó" (tomado del Manchego en Suiza)
; se me ha clavado justo en el medio del 2º y 3er metatarso del pie derecho. Me ha dolido bastante, pero como otras veces ya había pisado piedras, he pensado que al continuar, se iría pasando. Hoy ha sido distinto, la molestia (ya casi dolor) no se ha ido del todo. A partir de ahí he podido seguir corriendo (estaba lejos de casa), pero no ha sido lo mismo, y he sobrecargado sin duda la otra rodilla. Ya en casa, me ha costado bastante, incluso andar.
No hay mal que por bien no venga,
puesto que este dolor me ha hecho más consciente de mi forma de andar: la necesidad de doblar las rodillas, dar pasos cortos, pisar primero delante, etc.. Qué curioso, que cuando lo hacía bien, me dolía poco, pero cuando lo hacía mal, me dolía bastante
. Me ha recordado a las caminatas de inicios de agosto.
En resumen, la euforia me ha hecho creerme intocable y exento de cualquier problema, lo que me ha llevado a confiarme demasiado.
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Cambiando de tercio, hago un resumen de distancias y sensaciones de estos 13 días desde que no actualizo el diario:
He hecho una media de 7-8 km cada día, SIN PROBLEMAS de recuperación de un día para otro, incluso, hoy mismo he podido hacer 9 km (a pesar del cagüentó) tras haber hecho ayer 11,5; impensable hace 5 meses.
Además de correr, hago ejercicios para fortalecer los glúteos por mis problemas con la cintilla iliotibial.
Los ritmos siguen siendo mis estándar: 6:00 - 6:30 min/km en terreno llano. Incluso me he permitido el lujo de hacer alguna serie de velocidad (1,5 km a 5:30 un día y 1,5 km a 5:00 dos días después)
Como he dicho antes, también he podido hacer tiradas descalzo (casi a la misma velocidad que calzado, sin pretenderlo), y cada vez con más distancia, empecé con 1,5 km (donde lo dejé antes de cambiar de lugar de veraneo), y he llegado en pocos días a 3 km; eso sí, estando pendiente del cuerpo y de sus mensajes (parar antes de que me duelan); no he escatimado en meterme por sitios "duros" a priori, como calles con adoquines, gravilla del circuito de running del cauce del Turia, las pequeñas piedras de los caminos paralelos de dicho cauce, o asfalto de bastantes tipos
.
Por otro lado, estoy asombrado de la capacidad de mi cuerpo para incrementar su capacidad aeróbica. Me explico: hacer bastantes km a un ritmo "tran tran" permite que mi base aeróbica se haya incrementado bastante. Todo esto coincide con lo poco que he leído sobre el entrenamiento en las bandas de frecuencia. Me sorprendí cuando utilicé el reloj pulsómetro y vi que mis pulsaciones en reposo habían bajado durante el último mes.
Saludos a todos.
¿por qué correr? ¿por qué descalzo?